Shoko Asahara fue ejecutado junto a otros seis miembros de su grupo por un atentado al metro de Tokio en 1995 en el que murieron 13 personas y decenas quedaron en estado casi vegetativo.
Shoko Asahara (63 años), un exgurú de un culto apocalíptico en Japón murió ahorcado el viernes por la mañana (hora local) por disposición de la justicia nipona al ser responsable de un ataque con gas sarín al metro de Tokio en marzo de 1995.
Su verdadero nombre era Chizuo Matsumoto, era el líder de la secta Aum y desde hacía años esperaba en el corredor de la muerte. Otros seis exmiembros de su grupo tambien fueron ejecutados este viernes, por su implicación en el atentado que le costó la vida a 13 personas y causó diversas lesiones, algunas irreversibles, a otras 6.300.
El atentado masivo
El 20 de marzo de 1995, varios miembros de su organización, vertieron gas sarín en vagones del metro de Tokio. En un primer momento, nadie entendía lo que estaba ocurriendo aquella mañana, en plena hora punta, cuando varios pasajeros salían ahogándose, sin ver nada.
El jefe místico visitaba programas de televisión y los estrados durante las campañas electorales para captar la atención de los ciudadanos, incluyendo jóvenes científicos de alto nivel, médicos y abogados.
Doctrina de Shoko Asahara
El 1989 se formó oficialmente la organización religiosa denominada Aum Shinrikyo que significa en castellano “verdad suprema". Esta secta mezclaba creencias hindúes, budistas y profecías cristianas apocalípticas.
A partir de ese momento Asahara se dedicó a pregonar su doctrina en todo el mundo hablando en universidades y escribiendo libros. Logró obtener cientos de seguidores. Algunos de ellos de su país, procedentes de prestigiosas universidades.
¿Qué es el gas sarín?
Es un compuesto químico letal para la humanidad, que afecta principalmente el sistema nervioso y produce parálisis muscular. Con apenas inhalarlo sus efectos van desde mareos hasta la muerte en cuestión de minutos. Los daños neurológicos que ocasionan son irreparables. Fue clasificado por la Organización de las Naciones Unidas como arma de destrucción masiva.
Según la BBC, en 1993 se estableció la Convención de Armas Químicas de Naciones Unidas, un tratado internacional para control de este armamento. En este se establece que la producción, almacenamiento y uso de armas químicas, incluido el gas sarín, que es ilegal en todo el mundo. (Información de AFP).
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