Los pueblos indígenas de la Cuenca Amazónica piden a nueve países de América del Sur aplicar una moratoria a las actividades extractivistas en sus territorios para frenar la devastación de la naturaleza.
Movimientos, colectivos y organizaciones de los pueblos indígenas que conforman la Cuenca Amazónica solicitaron a sus nueve países aplicar una moratoria a las actividades extractivistas en sus territorios para frenar el "ecocidio, etnicidio y terricidio" que, señalaron, "avanzan más que el virus" de la COVID-19.
Así lo manifestaron en la declaración de la primera Asamblea Mundial por la Amazonía, llevada a cabo este sábado y domingo, de manera virtual, con la participación de movimientos indígenas de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.
"Ni una sola gota más de sangre y dolor de los productos de consumo en las ciudades del mundo. Hay una 'minga' de resistencia dentro de las comunidades del bosque, del campo y de las ciudades que se organizan frente a la devastación y el hambre que continuarán después de esta pandemia, porque el ecocidio, etnocidio y terricidio avanzan peor que el virus", expresó Fanny Cuiru de la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC).
LOS PUEBLOS INDÍGENAS FRENTE A LA COVID-19
La pandemia causada por la COVID-19 también fue tratado durante estos dos días de Asamblea, donde se señaló el daño y la muerte que está provocando en las comunidades indígenas de la Amazonía, la selva más grande de la Tierra, donde al menos 20.000 personas han sido contagiadas por este mal, según la Organización Panamericana de la Salud.
En esa línea, denunciaron que en la mayoría de regiones amazónicas hay indígenas contagiados por esta enfermedad, y que se hace urgente la presencia de una misión sanitaria de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y redes sociales de salud para su atención oportuna.
REUNIDOS POR UNA VIDA PLENA
Gregorio Diaz Mirabal, del pueblo Wakuenai Kurripaco - Venezuela y coordinador general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), organizadores del evento, señaló el sábado la importancia de pensar "más allá de la enfermedad".
"Nos reunimos para pensar más allá de la enfermedad porque queremos vivir una vida plena, un buen vivir, que respete a la naturaleza. Ya no queremos que nuestra riqueza cultural y natural solo sirva para llevar petróleo a las ciudades", señaló.
"CON USTEDES MORIMOS SI HACE FALTA"
Por su parte, el cardenal Pedro Barreto de Perú, jesuita y vicepresidente de la Red PanAmazónica (REPAM), reafirmó el compromiso de la Iglesia católica con los fines del cuidado de la naturaleza porque es algo que corresponde a la humanidad.
"Ha llegado el momento que los pueblos amazónicos unidos puedan aportar al mundo de hoy un estilo de vida sobrio, solidario y sobre todo sincero de respetar a la persona humana, respetar las culturas y respetar nuestra naturaleza", señaló Barreto.
Asimismo, indicó que la iglesia es "una aliada" de los pueblos amazónicos. "Con ustedes vivimos, y con ustedes también morimos si hace falta", dijo el cardenal peruano.
(EFE)
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