La milicia libanese Hezbolá reivindicó el ataque en respuesta al bombardeo israelí contra sus posiciones en el sur del Líbano.
El Ejército israelí notificó el lanzamiento de 15 cohetes contra el área de Kiryat Shmona, al norte de su territorio y a unos cuatro kilómetros de la frontera con el Líbano, la mayoría interceptados y que no han provocado víctimas, según un comunicado militar emitido este miércoles.
La milicia chií libanesa Hezbolá reivindicó en un comunicado este ataque, el segundo que notificaron hoy, en el que utilizaron cohetes 'Katyusha' y proyectiles de artillería contra el cuartel general de la 769 Brigada Oriental del Ejército israelí.
"En apoyo a nuestro firme pueblo de la Franja de Gaza", comenzó Hezbolá en el comunicado, en el que se atribuyó el ataque como una respuesta al bombardeo de las fuerzas armadas israelíes contra sus posiciones en las ciudades de Yaroun y Khiam, al sur del Líbano.
El Ejército lanzó un ataque aéreo contra un edificio de Yaroun tras identificar a "terroristas" accediendo a este y lo señaló como un almacén de armamento y suministros, y otro contra Khiam, donde dijeron apuntar a "infraestructura terrorista".
Además, sus cazas interceptaron un dron en el espacio aéreo libanés antes de que accediera a territorio israelí, evitando que se activaran las alarmas.
A primera hora de la mañana, sin embargo, otro dron de Hezbolá cruzó al norte de Israel y cayó en el área de Metula (a solo 150 metros de la divisoria), sin provocar víctimas. Los ataques israelíes mataron a cuatro milicianos del grupo libanés, según informó Hezbolá.
Anoche, en plena escalada de violencia con Hezbolá, el Ejército aseguró haber "aprobado" y "validado" los planes operativos para una ofensiva militar en el Líbano.
"Como parte de la evaluación de la situación, se aprobaron y validaron los planes operativos para una ofensiva en el Líbano y se tomaron decisiones sobre la continuación del aumento de la preparación de las tropas en el campo", informó este martes.
La tensión en la frontera entre Israel y Líbano se remonta al 2006
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre del año pasado, que en las últimas semanas se ha hecho mucho más constante y el uso de armamento como drones, mucho más habitual.
Además, los ataques de Hezbolá llegan cada vez más lejos en territorio israelí -la semana pasada, un cohete llegó hasta Tiberias, a 65 kilómetros de la divisoria-, en un andanada de casi un centenar.
Hasta ahora, esta escalada se ha cobrado la vida de unas 500 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de la milicia, que ha confirmado unas 320 bajas, algunas en Siria, y unos 90 civiles.
En Israel han muerto 25 personas en el norte (15 militares y 10 civiles).
Las hostilidades en la divisoria comenzaron el 8 de octubre de 2023, al día siguiente de que estallara la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hezbolá con las milicias islamistas palestinas del enclave, aunque el cruce del fuego se ha intensificado mucho en las últimas semanas, lo que hace temer una guerra abierta entre las partes. (Con información de EFE)
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