Camilo Sesto, que murió a los 72 años, fue conocido no solo por su influencia en la música sino por el secretismo de su vida amorosa y sus cambios estéticos en los últimos años.
Sus polémicas declaraciones, el secretismo de su vida amorosa y sus cirugías estéticas marcaron la vida de la leyenda de la música Camilo Sesto, que falleció a los 72 años por un fallo renal, tanto como su éxito y su imponente voz.
LA ÚNICA MUJER QUE AMÓ
En los setenta, se convirtió en un ídolo de masas; especialmente para las jovencitas de la época que llenaban sus conciertos. La persecución de sus fans femeninas no tenía paralelos con su vida privada ya que apenas se le conocían relaciones, ni femeninas ni masculinas: el rumor nunca confirmado de su homosexualidad le persiguió siempre.
Solo se supo con certeza de una mujer que ocupó el corazón de Camilo Sesto por un breve tiempo, la mexicana Lourdes Ornelas, madre de su hijo Camilo Michael, nacido en 1983, y origen de uno de los episodios más controvertidos de su vida.
La pareja se separó pronto y el intérprete español batalló duramente por hacerse con la custodia de su hijo, lo que consiguió con presiones, según contó Lourdes Ornelas, hace poco, en un programa televisivo español.
Camilo Sesto tardó ocho meses en reconocer al niño, nacido en Santa María de la Rivera (México). Y propuso a Ornelas que vivieran los tres en su casa de Torrelodones (Madrid). Y empezaron los problemas. Por dos veces, Ornelas y su hijo volaron hacia México y las dos el cantante consiguió que volvieran, según relataría la pareja en 1991 a la revista "Hola".
¿ENFERMO? ¿DESAPARECIDO?
Él había abandonado durante unos años el mundo musical para dedicarse a su hijo y cuando regresó a los escenarios, en 1990, había perdido un espacio en el panorama musical que nunca recuperaría.
Fue en ese momento en el que comenzaron los años más extraños de su vida. El público seguía recordándole como un gran mito de la canción y su música se escuchaba y se trasmitía de generación en generación; pero su imagen pública se deterioraba al mismo ritmo.
Las informaciones sobre su desaparición o sus enfermedades se sucedían en los medios, siempre negadas posteriormente por Camilo Sesto o su entorno.
Tanto se hablaba de él, que llegó a afirmar en una entrevista: "Ni estoy ingresado, ni me estoy muriendo; estoy cansado y harto... ¿por qué publican esas mentiras sobre mí?".
Pese a todo, continuó llenando recintos con sus conciertos, especialmente en Latinoamérica, donde centró su carrera tras trasladarse a Miami (EE.UU.) para estar cerca de su hijo tras un nuevo capítulo de sus problemas con la madre.
Se alejó varias veces de la música y regresó otras tantas. Y ya en el siglo XXI su imagen comenzó a alejarse de la que todos recordábamos de su época de esplendor.
CIRUGÍAS
Camilo Sesto sufrió un trasplante de hígado en el 2000 y tras un rechazo de ese primer órgano tuvo que pasar por el quirófano de nuevo al año siguiente, lo que le dejó en un frágil estado de salud.
Además las cirugías fueron transformando su cara y aunque su tirón popular seguía vivo, decidió dar un giro a su carrera, con la introducción de temas con los que intentaba conquistar a un público más joven.
De esa vertiente fue su último éxito, "Mola mazo", un tema de 2002 que adaptaba una expresión popular entre la juventud española de la época y que fue tan impactante como discutido.
Hace tres años, lanzó un tema que incluía la voz del papa Francisco, titulado "Padre nuestro" y que era la versión en español de una canción extraída del musical "Il Primo Papa". Sesto lo presentó convaleciente y sentado en una silla de ruedas por un golpe en la cadera.
Fue el penúltimo acto musical del intérprete, que hace apenas un año presentó su disco "Camilo Sinfónico", cuya versión en vinilo estaba previsto que saliera la próxima semana. Se le vio frágil y delgado en la presentación y se limitó a posar para las fotos sin dar declaraciones. (EFE)
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