Más de un millón de peruanos enfrenta algún trastorno mental. El Ministerio de Salud advierte que el desafío va más allá de las cifras: se trata de cambiar una cultura que aún guarda prejuicios frente a pedir ayuda.

En el Perú miles de personas viven con algún tipo de trastorno emocional sin recibir atención oportuna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en el mundo padece algún problema de salud mental, y el Perú no es ajeno a esta realidad.
De enero a septiembre de 2025, el Ministerio de Salud ha registrado un incremento sostenido en las atenciones por ansiedad, depresión y trastornos del comportamiento, especialmente en niños, adolescentes y jóvenes adultos. Así lo confirmó July Caballero, directora ejecutiva de Salud Mental del Minsa.
“En lo que va del año los casos más frecuentes están relacionados con la ansiedad y la depresión. Pero también observamos un incremento en los trastornos emocionales y del comportamiento, sobre todo en la niñez y la adolescencia”, señaló July Caballero.

La depresión y la ansiedad afectan la productividad y la vida familiar
July Caballero explicó que los trastornos mentales no solo impactan en la vida personal, sino también en el rendimiento laboral y académico.
“Cuando una persona tiene ansiedad o depresión no se trata solo de tristeza. Hay afectaciones en la atención, la memoria y la capacidad de aprendizaje. En el trabajo, por ejemplo, puede generar errores, ausencias o desmotivación”, precisó.
La funcionaria remarcó que los prejuicios siguen siendo una barrera importante para buscar ayuda profesional, pues durante años se creyó que los problemas emocionales son sinónimo de debilidad. En la actualidad, ya se conoce que la salud mental es parte esencial de nuestra calidad de vida.
El reto: fortalecer la prevención y la atención desde los colegios
Uno de los mayores desafíos, explicó la especialista, es el trabajo con niños y adolescentes. En coordinación con el Ministerio de Educación, se vienen implementando programas para desarrollar habilidades socioemocionales y fortalecer las competencias parentales de los adultos.
“No podemos trabajar solo con los niños. Si un padre corrige con violencia, genera una contradicción entre lo que dice y lo que hace. Por eso también intervenimos con los adultos, para formar entornos coherentes y protectores”, indicó en entrevista para RPP.
Asimismo, se busca ampliar la presencia de psicólogos en los colegios y mejorar la capacitación docente para detectar tempranamente signos de depresión, violencia o conductas de riesgo.

Línea 113 y centros comunitarios: ayuda gratuita y cercana
El Ministerio de Salud recuerda que los ciudadanos pueden comunicarse de manera gratuita con la Línea 113, opción 5, donde recibirán orientación y consejería especializada en salud mental. Además, existen 291 Centros de Salud Mental Comunitarios en todo el país, que brindan atención integral y acompañamiento profesional.
“No debemos tener miedo de acudir a un centro de salud mental. No significa estar loco o perder el control. Significa cuidar de uno mismo. La salud mental es fundamental para el desarrollo humano”, enfatizó July Caballero.
También se han inaugurado nuevas unidades de hospitalización breve, en hospitales como el Loayza y el Cayetano Heredia, para atender casos graves o de riesgo suicida.
Un llamado a romper el silencio
Finalmente, la directora ejecutiva hizo un llamado a la población a cuidar la mente tanto como el cuerpo.
“Buscar ayuda no es una señal de debilidad, sino de valentía. Hablar, escuchar y acompañar son las mejores herramientas para cuidar nuestra salud mental”, concluyó Caballero.
En un país donde los problemas emocionales afectan cada vez a más personas, el reto no solo está en ampliar los servicios, sino en derribar los prejuicios y construir una sociedad que entienda que cuidar la mente es también defender la vida.