El Ministerio Público señaló que los restos encontrados corresponden a tres sitios de entierro, intervenidos como parte de las investigaciones en el sector de Putis, las cuales "tienen un universo de 184 víctimas y 41 presuntas fosas".
La Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad de Ayacucho recuperó los restos óseos y elementos asociados pertenecientes a 11 personas, entre varones, mujeres y niños, en la provincia de Huanta, víctimas de ejecuciones extrajudiciales perpetradas en la década de los ochenta.
El hallazgo se produjo tras la intervención arqueológica realizada por el Equipo Forense Especializado en las localidades de Yanaorcco, Llamanniyocc, Misumachay e Hichocruz, en el distrito de Putis (Huanta).
La investigación fiscal señala que estos restos corresponderían a víctimas de la masacre ocurrida entre 1983 y 1985, periodo en el que el comandante de la base militar de dichos sectores convocó a la población a fin de que se ubique cerca de la instalación militar en Putis para protegerse del grupo terrorista Sendero Luminoso (SL).
"En ese contexto, los campesinos —de los ‘pagos’ de Rumichaca, Rodeo, Pampahuasi, Vizcatampana, Putis y otros poblados— se concentraron al lado del recinto militar; sin embargo, durante ese periodo los militares juntaron a los comuneros y los ejecutaron, acusándolos de ser colaboradores del indicado grupo terrorista", detalló el Ministerio Público en un comunicado.
El organismo refirió que los restos encontrados corresponden a tres sitios de entierro, intervenidos como parte de las investigaciones en el sector de Putis, las cuales "tienen un universo de 184 víctimas y 41 presuntas fosas". "Por ello, el Ministerio Público continuará con la labor de búsqueda de víctimas y persecución del delito", remarcó.
Más de un centenar de pobladores fueron asesinados en Putis
De acuerdo con el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), los militares ordenaron a los pobladores que llegaron a Putis, que forzosamente habían ido a vivir a las partes altas debido a las acciones subversivas, asesinatos y amenazas de parte de SL, a cavar una gran poza para supuestamente construir una piscigranja para la crianza de truchas.
"Sin embargo, cuando estuvo lista la supuesta piscina, los efectivos militares reunieron al centenar de pobladores alrededor de la poza, entre los que habían hombres, mujeres y niños, y sin mayor explicación les dispararon a matar", dice el documento.
“Los militares cubrieron los cadáveres que se encontraban en la fosa con tierra y piedras. Otra parte de las víctimas habría sido sepultada al interior de un aula en la escuela”, se añade.
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