Padres y docentes piden a las autoridades acelerar el proyecto de reconstrucción de la escuela que atiende a más de 1400 estudiantes de inicial, primaria y secundaria del distrito Veintiséis de Octubre en Piura.
El colegio José Olaya Balandra, ubicado en el asentamiento humano Nueva Esperanza del distrito Veintiséis de Octubre, región Piura, se alista para recibir a más de 1400 estudiantes de inicial, primaria y secundaria en el 2022. Sin embargo, su infraestructura no brinda las garantías de seguridad, informó el director encargado, Audín Gonzaga García.
RPP Noticias llegó hasta las instalaciones del local donde comprobó las carencias que enfrenta la comunidad educativa de cara al retorno a la semipresencialidad. Entre estas figuran pabellones deteriorados, puertas dañadas, mobiliario en mal estado, patio sin techo, etc.
Pero lo que más preocupa es el estado de algunas paredes del cerco perimétrico que han cedido por su antigüedad. Esto es un peligro para los alumnos, docentes, padres y transeúntes, pues en cualquier momento se pueden desplomar causando un daño irreversible.
Estas paredes están inclinadas a punto de colapsar por ello los padres y docentes colocaron palos para sostenerlas y evitar sucesos lamentables. Gonzaga pidió al Gobierno Regional y a la Dirección de Educación acelerar la elaboración del expediente técnico para la reconstrucción integral del colegio.
“Hay demoras en la elaboración del expediente técnico. En abril nos dijeron que tardaría tres meses, sin embargo, hasta el momento no sabemos nada. Llamamos y no nos responden”, expresó.
El proyecto contempla la demolición y construcción de tres pabellones y el cerco perimétrico con un presupuesto estimado de 19 millones de soles.
Piura: "Queremos volver"
La docente Rocio Otero León sostuvo que tienen la voluntad de retornar al servicio presencial, sin embargo, es necesario garantizar la seguridad de los alumnos. “Nosotros queremos volver porque los estudiantes tienen dificultades para conectarse virtualmente por su economía y por falta de equipos. Pero los ambientes son un peligro, pedimos el apoyo del Gobierno Regional para acelerar la reconstrucción”, indicó.
A ello se suma la necesidad de contar con agua durante el desarrollo de las clases para el lavado constante de manos. En el asentamiento Nueva Esperanza solo hay agua hasta las 11 de la mañana, por ello, necesitan tener bombas y tanques en buen estado.
En cuanto al estado del mobiliario, Gonzaga dijo que el presupuesto de mantenimiento del 2020 y 2021 se destinó para la adquisición de insumos de protección personal, como mascarilla y alcohol en gel, para los alumnos.
Asimismo, el personal administrativo y de limpieza se redujo porque en la pandemia dos personas fallecieron por la COVID-19 y aunque han solicitado a la Dirección de Educación que los restablezcan aún no lo hacen. Esto impide que se mantenga la limpieza del local y del mobiliario.
“Queremos que se reconstruya el colegio para que nuestros niños vuelvan a las aulas. El Gobierno Regional nos está mintiendo, y como madre familia pido que construyan este colegio que es el más abandonado”, dijo por su parte, Rosa Córdova Salvador, presidenta de la APAFA.
Este colegio cuenta con 22 aulas, cada una con más de 35 estudiantes.
La Dirección de Educación informó que el problema de contratación de personal administrivo para los colegios presenta una traba legal que hasta el momento no ha sido resuelta e impide asignar el personal que se necesita.
En tanto, a través del área de la Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional del Gobierno Regional, se comprometieron a hacer seguimiento al proyecto para modernizar el colegio.
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