El acoso político es unas de las principales barreras para que las mujeres se desarrollen en política. En las elecciones regionales y municipales 2018 el 23% de las candidatas declaró haber sido víctima.
En el Perú, uno de los principales obstáculos para que más mujeres se animen a participar en la política nacional es el acoso político.
El Plan Nacional contra la Violencia de Género 2016 – 2021, reconoce al acoso político como una nueva forma de violencia y lo define como “cualquier acción, conducta u omisión, basada en el género, que tenga por objeto y resultado menoscabar, anular, impedir, obstaculizar o restringir los derechos políticos de la mujer”.
Todo esto impide que ellas se desarrollen libremente en este ámbito. Las cifras actuales son duras: solo cuatro de 100 mujeres peruanas permanecen más de cinco años en política, según el colectivo “Somos la Mitad, Queremos Paridad”.
“Ellas ingresan a la política con mucho entusiasmo y ganas de hacer reformas, pero lamentablemente el periodo de cuatro o cinco años como autoridad es tan nefasto que ya no regresan”, comenta Diana Miloslavich, coordinadora del Programa de Participación Política del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.
Principales acosadores políticos
Según cifras del Jurado nacional de Elecciones, en las elecciones regionales y municipales 2018, el 23% de las candidatas declaró haber sufrido acoso político durante su campaña. En el 54% de los casos el agresor era hombre y solo el 12.2% de afectadas decidió denunciar.
Los datos del JNE indican que los principales acosadores políticos son los miembros de otras organizaciones políticas (47%) y los medios de comunicación (16%).
Sobre esto, el panel de Mujer en Política liderado por Patricia Del Río en el II Foro Mujeres de Cambio llegó a la conclusión de que los medios de comunicación deben asumir con mayor responsabilidad la cobertura de las campañas políticas de las mujeres, con igual exposición que los varones y libre de prejuicios.
Si hablamos de formas de acoso político, las más comunes son las agresiones, amenazas e intimidación, la asignación de distritos claramente perdedores, la difamación de índole sexual, patrimonial o intelectual y la asignación de comisiones poco importantes con poco o nada de presupuesto, de acuerdo con estudios de la Cepal ONU.
“Los partidos no están luchando por la igualdad de género. Los hombres siempre ocupan los primeros lugares de las listas y ponen a las mujeres en los últimos puestos solo para cumplir con la cuota”, afirma Carmen Aguilar, dos veces secretaria de la Mujer en Acción Popular.
Políticas para la igualdad
Diana Miloslavich indica que es muy importante abrir el debate sobre el acoso político, la paridad, la alternancia, la cuota transversal, entre otros, a fin de dar señales claras de que queremos mejorar la democracia y el sistema electoral.
El proyecto de ley que sanciona el acoso político contra las mujeres aún se debate en el Congreso, por lo que no existe un respaldo real para ellas. En lo que sí se ha avanzado es en la reforma sobre paridad y alternancia. Recientemente aprobada, propone que las listas de candidatos al Congreso tengan 40 % mujeres o varones para las elecciones generales del 2021 y así ir aumentando la cuota en los siguientes procesos electorales.
Sobre esto, la congresista Tania Pariona de Nuevo Perú recordó que la discusión y aprobación para aprobar la paridad fue "una pelea muy tensa y dura", pues existía una gran mayoría parlamentaria que no creía en la igualdad.
Se necesita una sinergia entre todos los ejes del Estado para alcanzar la igualdad en el ámbito político. El II Foro Mujeres de Cambio concluyó que los agentes políticos deben mantener un compromiso real y efectivo para impulsar medidas que promuevan la igualdad de género. Además, se debe alcanzar la paridad real en la vida política, pues la meritocracia solo puede existir donde la igualdad de condiciones está asegurada.
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