Debido a la falta de trabajo en las chacras por el estado de emergencia, Jorge Huamani, debe pasar varias horas intentado atrapar truchas para preparar caldo o freírlas en su casa para sobrevivir durante la pandemia.
Jorge Huamani, es un agricultor de Arequipa que debido a la falta de trabajo, por el estado de emergencia a causa del nuevo coronavirus, se ha visto obligado a pescar en el Río Chili para llevar algo de comer a su esposa y cuatro hijos. Él vive con su familias en una pequeña vivienda en el distrito de Hunter.
“A veces no hay trabajo, yo trabajo en las chacras, cuando no hay, vengo a pescar”, comenta Jorge Huamani.
Cada dos días ingresa al río Chili, a la altura del Puente Grau, en el Centro Histórico de Arequipa, con una caña de pescar que el mismo armo con un tubo de aluminio, nailon, plomo y un gancho donde coloca la carnada empieza su paciente labor que puede durar hasta más de 8 horas. Un buen día atrapa hasta seis truchas otros ninguna.
“Tienes que tener suerte, a veces no pescas nada. No es seguro que vas a entrar y vas a sacar. Más rompes el nailon o el anzuelo que se atraca en las ramas que arrastra el río. A cualquier hora pica, pero a veces vienen otros pescadores temprano y no encuentras nada”, explica.
El señor Jorge antes de la pandemia no sabía pescar, pero la falta de trabajo, su esposa y sus cuatros hijos hicieron que aprenda, para que no falte comida en su casa.
Para pescar tiene que ingresar al cauce del rio, a veces encima de una roca otras en medio de las frías aguas del Chili. Las lombrices que usa de carnada las saca debajo de las rocas.
“A veces vengo también porque me antojo de trucha y quiero darme un gustito”, comenta mientras sonríe.
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