Daniel Alfredo Aquije Salas recibió una nueva condena que se le suma a la sanción de cadena perpetua que tiene por tocamientos indebidos de cinco menores y violación sexual a tres niños.
El Juzgado Penal Colegiado especializado en violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar del Callao condenó a 30 años de prisión para Daniel Alfredo Aquije Salas por haber abusado sexualmente de un niño.
El tribunal del Poder Judicial del Callao, integrado por los magistrados John Oré Juárez (presidente), Edson Kleivis Rosales Márquez y Miguel Ángel García Flores, dispuso además el pago de una reparación civil de diez mil soles a favor de la víctima. También se ordenó tratamiento terapéutico para el menor.
Los hechos ocurrieron en el año 2018, cuando la víctima tenía 10 años. Daniel Aquije Salas lo reclutó ofreciéndole una beca en su academia de fútbol, ubicado en Dulanto – Callao. Cuando culminaban la jornada de entrenamientos, lo invitaba a su domicilio con el objetivo de jugar videojuegos y el niño acudía con su hermano gemelo.
Aquije Salas se mudó luego frente al domicilio de estos menores, donde realizaba tocamientos indebidos a su víctima. El niño le contó a su madre sobre estos sucesos y ella procedió con la denuncia correspondiente.
Cadena perpetua
El Poder Judicial ya había condenado a cadena perpetua a Daniel Alfredo Aquije Salas por la comisión del delito contra la indemnidad sexual – tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos en agravio de cinco menores y por violación sexual a tres niños. Esta resolución se dio a conocer en marzo pasado.
El sujeto concentraba a los alumnos y realizaba los partidos de práctica en la “canchita los Lobos en Dulanto – Callao”. Luego, invitaba a varios alumnos a su casa para jugar PlayStation.
Aquije Salas vivía con un menor de nacionalidad extranjera llamado “Gabriel”, quien era amigo de las víctimas. En todas las agresiones realizadas utilizaba la misma modalidad, el que perdía en los videojuegos los obligaba a desnudarse y bañarse, y quien no quería, era víctima de tocamientos indebidos o eran agredidos sexualmente.
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