Señoras del distrito de Santiago se organizan para la elaboración diaria de más de 100 platos de comida que comparten con sus vecinos o personas de otros distritos.
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Edith Candro pidió el apoyo de las personas que quieran unirse a la causa
Un seco de pollo, una buena sopa de chairo, revuelto de vainitas y hasta un lomo saltado son algunos de los platos de comida que preparan un grupo de mujeres del distrito de Santiago (región Cusco), para las personas que más necesitan durante esta emergencia.
Las vecinas del sector alistan las ollas, cucharones y ruegan a Dios para que lo preparado alcance para las más de 100 personas que suelen llegar hasta el frontis de la capilla de la virgen de Chapi, que desde hace más de un mes se convirtió en su cocina al aire libre. El almuerzo se entrega a partir del mediodía.
El trabajo es arduo. Un vecino se ofrece para ir a comprar lo que falta al mercado y, mientras llegan los víveres, las vecinas soplan las fogatas artesanales para hacer hervir el agua en enormes ollas. Otras pelan y lavan las verduras.
Los comensales son, en su mayoría, personas que vivían del día a día: taxistas, ambulantes y otros. Ellos, debido a la cuarentena y aislamiento social por el nuevo coronavirus, ya no tienen cómo subsistir.
Algunas de las personas compran el almuerzo a un sol, el dinero que se logra recaudar sirve para comprar los productos con que se prepararán los alimentos del día siguiente.
Edith Candro, una de las mujeres que inició el proyecto, cuenta cada día son más las personas que llegan por un plato de comida y a pesar de que algunos profesionales apoyan en la adquisición de los insumos, no es suficiente.
Las mujeres esperan que más personas se sumen a su iniciativa, los interesados pueden llamar al 984909113.
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