Tras doce horas de precipitación en este distrito de la provincia de Lambayeque, las casas construidas de adobe no resistieron. Pobladores lo perdieron todo por la temporada de lluvias en el Perú.
Las lluvias en el Perú siguen haciendo estragos en la región Lambayeque, donde más de 10 viviendas, construidas de adobe y material rústico, se derrumbaron como consecuencia de una torrencial precipitación que duró casi 12 horas desde la noche del martes, en el distrito de Íllimo, provincia de Lambayeque.
Los mismos vecinos y propietarios de las casas afectadas por las lluvias, ubicadas en la cuadra tres del jirón Paredes, a pocos metros de la plaza de armas, tuvieron que retirar los escombros y recuperar algunos objetos, pues no llegaba apoyo de las autoridades locales.
"No se acercan las autoridades. Esto nos indigna porque, mínimo, deberían venir a ver qué pasa. Acá vivíamos seis personas de dos familias. Tenemos a un familiar que está en mal estado de salud, pero felizmente ya la evacuamos", narró una de las pobladoras, quien confirmó que las pérdidas en esta zona de la región Lambayeque solo son materiales.
La lluvia comenzó a las 5:30 de la tarde del martes y a las 8 de la noche comenzaron a caerse los techos de calaminas de las viviendas, reveló otro de las afectados. "Queremos que venga la autoridad y vea lo que estamos padeciendo. Necesitamos ayuda inmediata para superar este problema", manifestó un vecino en Íllimo.
Las continuas lluvias han dejado los cimientos y paredes debilitados, por lo que los vecinos, quienes también buscan protegerse del contagio del nuevo coronavirus, temen ingresar a sus viviendas, pues corren el riesgo que se derrumben.
"Necesitamos una ayuda para salir de aquí de parte de la municipalidad o de la gente caritativa porque prácticamente esto ya no se va a poder vender porque está todo mojado. Nuestra necesidad es vender para poder comer", aseguró una comerciante afectada al ver que los productos de su tienda habían sido malogrados por el agua.
Alcalde responde
Ante los cuestionamientos por la falta de rapidez para ayudar a los pobladores a retirar el agua y los escombros de sus viviendas, el alcalde de Íllimo (Lambayeque), Miguel Baldera Sandoval, hizo un mea culpa, pero aseveró que estuvieron hasta las tres de la madrugada trabajando conjuntamente con autoridades militares y del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER).
"Hay un mea culpa, pero el problema es que en un solo instante no se puede atender a todos al mismo tiempo, se avanza de grupo en grupo. Tenemos ya bombas instaladas en diferentes calles, como Milagros y 7 de enero", aseguró Baldera ante los reclamos de los vecinos.
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