Hace 20 años, doña Imperis Celis llegó desde Iquitos a la isla Santa Rosa para hacer patria con su emprendimiento de transporte fluvial, con el que da trabajo a otros peruanos
La isla Santa Rosa, ubicada en el extremo oriente de la región Loreto, en la provincia de Mariscal Castilla, es una zona que comparte frontera con Colombia y Brasil. Hasta ahí, hace veinte años, llegó doña Imperis Celis de su natal Iquitos para iniciar su propio emprendimiento.
Se trata de una pequeña empresa dedicada al transporte fluvial de personas por el río Amazonas. Por esa vía, navega diariamente el bote de doña Imperis cruzando la frontera hacia Brasil o Colombia, con rapidez y la total confianza de sus pasajeros.
Haciendo patria
En diálogo con RPP Noticias, doña Imperis señaló que ella y su esposo decidieron hacer su vida en la isla Santa Rosa y apostaron por conformar su propia empresa, la cual les ha permitido dar trabajo a sus compatriotas y educar a sus 3 hijas.
"Somos 3 fronteras acá y todos debemos de vivir armoniosamente, tranquilos, sin problemas, sin pleitos, porque somos 3 países unidos que estamos acá. Aquí estoy haciendo patria con mis hijas. Tengo 3 hijas y de aquí se están yendo a otro lugar a estudiar", comentó.
Cada viaje en el bote de doña Imperis cuesta 5 reales, la moneda brasileña, que hacen un equivalente a 4 soles. Ella está orgullosa de poner el nombre de nuestro país en alto en plena frontera con el servicio que brinda, el cual, según refirió, se ha hecho indispensable en la vida de los pobladores del lugar.
Sin embargo, doña Imperis comentó que, lamentablemente, la isla Santa Rosa se encuentra olvidada por las autoridades peruanas a diferencia de Colombia y Brasil, países donde sus autoridades tienen políticas más efectivas en las fronteras vivas.
"Por cada gobierno que entra, siempre somos olvidados acá en la frontera. Estamos Perú, Brasil y Colombia; sin embargo, a Perú le tienen olvidado las autoridades", dijo ella con resignación.
Asimismo, señaló a RPP Noticias que una de las necesidades más urgentes de los pobladores es el mejoramiento de la posta de la localidad, que debe darse abasto para atender a 3 mil personas pese a sus carencias materiales y de personal.
Finalmente, doña Imperis expresó con optimismo que espera hacer crecer su negocio y seguir generando puestos de trabajo para otros compatriotas que apuesten por su país.
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