Los mineros también se dedicaban a procesar cocaína, pues dentro de los campamentos se encontró pozas de maceración. La intervención duró dos días y participaron las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental de Puno y madre de Dios, así como el Ejército, Marina de Guerra y Policía Nacional.
Durante un megaoperativo de dos días, el Ministerio Público y las fuerzas del orden lograron intervenir 41 campamentos de minería ilegal, que además servían para procesar droga dentro del Parque Nacional de Bahuaja Sonene, que se sitúa entre las regiones de Madre de Dios y Puno.
Estas actividades ilegales amenazan este Parque Nacional que protege la única muestra del ecosistema de sabanas húmedas tropicales del Perú y su fauna característica, como el lobo de crin y el ciervo de los pantanos. Fue creado el 17 de julio del 1996 y tiene una extensión de más de 1 millón de hectáreas.
La acción conjunta fue ejecutada por las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental de Puno y madre de Dios, así como el Ejército, Marina de Guerra y Policía Nacional y se desarrolló en las márgenes del rio Chaspa, Distrito de Ayapata, Provinvia de Carabaya, en Puno.
Fuentes de RPP informaron que los mineros ilegales empezaron a instalar sus campamentos en la zona desde hace 2 años utilizando maquinaria pesada e incluso desviaron el cauce del río para procesar el mineral. Además, abrieron trochas clandestinas hacia localidades contiguas.
Por lo difícil que es el acceso, las autoridades tuvieron que desplazarse en uh helicóptero para poder ubicar los espacios deforestados.
A diferencia de otras intervenciones, en esta zona se encontró que dentro de las construcciones ilegales de los mineros se encontró también posas de maceración de hoja de coca, lo cual hace indicar que también hay narcotráfico.
Los mineros ilegales lograron darse a la fuga, mientras que en el lugar se encontró gran cantidad de maquinaria pesada, combustible, coca, mercurio, motobombas, entre otros artículos propios de estas actividades ilegales.
Los campamentos y las pozas de maceración fueron destruidas para evitar que vuelvan a ser utilizadas.
Tras esta intervención, las fuerzas del orden mantendrán el control en el parque, realizando constantes inspecciones a fin de evitar que actividades ilegales vuelvan a perjudicar esta área protegida.
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