Si bien los pescadores y extractores de la macha, una especie que “desapareció” en los años noventa, piden su repoblación, desde el Imarpe afirman que las políticas para que el recurso vuelva a reproducirse no tienen éxito debido a que se no cumplen con las cuotas de extracción y eso no permite que el molusco crezca.
Por: Javier Rumiche
Hablar de la macha es referirse a un molusco que no solo abundó en el litoral peruano del sur, básicamente en las costas de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, y parte de Chile, sino también, de un recurso que generó un movimiento económico en estas poblaciones. Sin embargo, su extracción sólo duró hasta finales de los noventa. Luego, la especie prácticamente desapareció por efecto del Fenómeno El Niño de 1998.
Y a pesar del pedido de los extractores del distrito La Yarada-Los Palos, en Tacna, para que haya una repoblación de la especie, esta no ha tenido éxito cuando se realizó entre el 2007 y el 2010 porque hubo un exceso en las cuotas o límites de tonelaje de extracción de bancos naturales, según contó a RPP, Ygor Sanz Ludeña, coordinador del laboratorio del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) en Ilo.
“Tuvieron un proyecto de restauración de los niveles de ‘stock’ del recurso macha. El objetivo era solo cuidar por algunos años y como resultado de este proyecto el ministerio de la Producción emitió una resolución donde podían aprovechar más de 120 toneladas de este recurso. En su momento se les dio una cuota y ellos sacaron más de lo debido, y bueno, no dejaron que se recuperara el banco”, indicó.
En Chile, donde también crece la macha, igualmente se intentó repoblar e incluso, en varias regiones se protege el recurso con vedas. No obstante, para el docente de la Escuela Ingeniería Pesquera de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, el biólogo Nelver Coronel Flores, en el país del sur tampoco hubo frutos.
"De tal manera que muchas de esas semillas, que ellos pusieron en su lado chileno aparecieron en el lado peruano, en las playas de Santa Rosa de Llostay. Entonces, fueron arrastradas totalmente por las corrientes y aparecieron y no se asentaron en este lugar. Entonces, simplemente desaparecieron. O sea, hasta el momento no se ha tenido éxito con esa campaña de repoblamiento posible", manifestó.
La macha necesita unos cinco años para asegurar su continuidad, según Ygor Sanz Ludeña, del laboratorio de IMARPE.
“Para que una machita se reproduzca ya sola, va a pasar un período más o menos de casi cinco años y un poco más. O sea, es un proceso largo, no es tan corto. Una vez que los soltamos a la macha al medio natural, o sea a las playas en otras palabras, el tema es solo cuidarlas, no extraerlas y dejarla que crezca y que cumpla su talla ya reproductiva y dejar que empiece a reproducirse, es cuidar nada más a la machita”, explicó.
Repoblación se complica por la falta de presupuesto
Para Mayela Quispe, presidenta de la Asociación de Pescadores Artesanales y Extractores de Productos Hidrobiológicos de la Playa Santa Rosa en el distrito La Yarada - Los Palos, y que alberga 70 pescadores, la repoblación se complica por la falta de presupuesto y de un criadero o 'hatchery', término en inglés que describe a las instalaciones donde se cría, incuba y reproduce artificialmente las primeras etapas de la vida de algunas especies marinas.
“El problema es que porque no contamos con un ‘hatchery’ que debería estar instalado en La Yarada - Los Palos, y el detalle es que en el traslado desde Arequipa hasta Santa Rosa son muchas horas, en las cuales las larvas en el trayecto prácticamente han muerto. Entonces, hasta plantar, poner en la orilla, colocar en la orilla cada una de las larvitas, no dio resultado", declaró.
¿Por qué es importante que la repoblación de macha en esta parte del litoral tacneño sea exitosa? Miguel Ángel Gómez Chipana, con más de 30 años dedicados a la pesca artesanal, recuerda épocas de bonanza cuando camiones de compradores llegaban a la playa Santa Rosa para llevar el producto hacia Arequipa, Cusco o Lima.
"El año 80 o 90 en ese tiempo había bastante abundancia de macha. Acá (playa Santa Rosa) había bastante habitación, más o menos como 5000 a 6000 personas había, de diferentes lugares del Perú llegaban a sacar macha. Aproximadamente como 400 kilos o 200 kilos más o menos que en la baja nos botaba como 100 soles”, detalló.
Si no hubiera sobreexplotación de los pocos bancos naturales de macha que aparecen, los pescadores podrían volver a beneficiarse económicamente con esta especie. Y no solo eso, en las mesas de las familias y restaurantes del sur peruano, se degustaría los ricos sudados de macha o machas a la parrilla o a la parmesana. Falta más conciencia para cuidar lo que nos brinda el mar.
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