Javier Iguiñiz Echevarría, del Acuerdo Nacional, indicó que aunque resulte paradójico no hay una relación exacta entre crecimiento y no protesta o crisis y protesta.
Javier Iguiñiz Echevarría, secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional (AN), explicó la naturaleza de los conflictos sociales, cómo se originan y por qué.
En primer término afirmó que aunque parezca contradictorio, los conflictos sociales se presentan con más fuerza en un país en crecimiento, donde muchas veces se acrecientan las desigualdades.
"Donde no hay recursos, donde no hay riquezas, no hay conflictos. El conflicto es muy racional, muy calculado, a pesar que pueda expresarse en términos muy agresivos", aseveró en RPP Noticias.
No obstante, aclaró que no hay una relación exacta entre crecimiento y no protesta o crisis y protesta. Señaló que en el caso del Perú, la insatisfacción puede tener orígenes muy antiguos ocasionados por el desinterés y la falta de escucha de las autoridades.
"Hay algo de una expectativa frustrada en muchos de estos casos, que llevan a una indignación y a una sensación de injusticia que no significa una relación automática entre crisis y protesta, ni entre crecimiento y no protesta", explicó.
Afirmó además que no existe una relación de causalidad entre la descentralización y la conflictividad, aunque reconoció que se debe aclarar lo relativo a la competencia entre niveles de Gobierno.
"La sensación es que todo termina derivando en Lima, cuando el 90% de asuntos de ese estilo podrían terminar a ese nivel. Al no haber atribuciones específicas más claras, las cosas derivan en asuntos de índole nacional cuando podríamos hablar de asuntos territorialmente acotados, sectorialmente acotados y de una trascendencia no tan grande", sentenció el economista.
En otro momento, Iguiñiz dijo que el hecho de que haya intereses políticos particulares detrás de las protestas sociales, "es un factor de tranquilidad y no de preocupación".
Señaló que ello se enmarca en una “racionalidad” que se atribuye a una ambición política del que quiere ganar votantes, a quienes por obvias razones "no los manda al precipicio”, sino que busca tener éxito".
"Lo político es un ingrediente de comunicación, no es para la incomunicación, pero hay que saberlo integrar legítimamente", puntualizó.
Comparte esta noticia