Este informe será remitido al Ministerio Público. Héctor Becerril, titular de este grupo parlamentario, consideró que hay motivos para reabrir este caso.
La Comisión Madre Mía, que preside Héctor Becerril (Fuerza Popular), aprobó el informe final elaborado por dicho grupo congresal sobre las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en la base contrasubversiva del mismo nombre en la selva de San Martín, en 1992, y en las que se involucra al exmandatario Ollanta Humala.
El fujimorista aseguró que la investigación de esta comisión, que duró 14 meses, concluyó en que hay “elementos de juicio” para reabrir este caso en el Ministerio Público. De hecho, adelantó que este grupo de trabajo encontró que hay hasta seis asesinatos “que no se han conocido antes por el Ministerio Público”.
“No hay dudas de que el señor Ollanta Humala sí ha sido corroborado como el ‘Capitán Carlos de la Base Madre Mía. En lo que hemos podido recabar información, sobre todo cuando fuimos a Madre Mía, nos han narrado que hay cerca de seis asesinatos más que se habrían producido en esos años”, dijo el fujimorista, aunque evitó vincular estos crímenes con el exmandatario.
Becerril se excusó de compartir las conclusiones de la comisión que preside, al asegurar que estas deben ser aprobadas primero por el Pleno del Congreso. “Una vez que se apruebe se puede desclasificar esa información”, sostuvo.
Niega persecución
El fujimorista dijo que las conclusiones de este grupo se basan en “un sinnúmero de testimonios, pruebas que hemos podido evaluar”. “Entiendo que el señor (Humala) no haya querido responder ante esta comisión porque seguramente se había enterado de que su situación era muy complicada”.
“Quiero decir que aquí no ha habido alguna persecución política como ha querido dejar entrever. Ha sido un trabajo serio y objetivo que hemos desarrollado en 14 meses de trabajo”, sostuvo.
Al ser consultado sobre una presunta compra de testigos, Becerril aseguró que “no hay dudas” de ello. “Eso siempre se ha dado, y lo más grave es que durante el juicio se han seguido comprando testigos”.
De hecho, apuntó que uno de los colaboradores que había venido a Lima para declarar ante la comisión, al que evitó identificar, fue presionado para que no se presente.
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