El parlamentario dijo que con un otro grupo de oficialistas pidieron solo una sanción gradual o suspensión para Roberto Vieira, pero no su separación.
Peruanos por el Kambio (PPK) separó definitivamente a Roberto Vieira de sus filas, pero el congresista Gilbert Violeta informó que él y un grupo de parlamentario rechazaron en un inicio su expulsión, pero al final se respetó la decisión de la bancada. “Hubo un bloque de personas que planteamos tener otro tipo de sanción con él, pero al final todos hemos suscrito con normalidad el acuerdo por mayoría”.
Dijo que este grupo pidió que Vieira sea sancionado de forma gradual y le solicitaron que se disculpe, a lo que accedió. Asimismo, propusieron que reciba una sanción temporal. Al término de la reunión se decidió que sea alejado de PPK.
El legislador señaló que los problemas internos de su bancada no debieron exponerse tanto. A las declaraciones del exoficialista, quien dijo que Violeta “tarde o temprano sería el próximo en ser echado de Peruanos por el Kambio”, mencionó: “Hay que tener una bola de cristal para ver algo así. No me voy a pronunciar sobre eso, es su opinión y las circunstancias lo dirán”.
Expulsión. Este lunes, el congresista Roberto Vieira fue separado definitivamente de Peruanos por el Kambio por faltar al reglamento interno. Según el comunicado de la bancada oficialista, el legislador "incumplió deliberadamente los acuerdos tomados en las sesiones del grupo parlamentario, a pesar de haberlos conocido previamente".
Antecedentes. Desde que comenzó la legislatura, la distancia que separaba a Roberto Vieira con sus compañeros de bancada solo fue aumentando. Primero fue cuestionado por exhibir su pasado fujimorista y mostrar simpatía con Keiko Fujimori. La relación no mejoró desde entonces.
Hace una semana, el diario El Comercio reveló una conversación en la cual el parlamentario Gilbert Violeta dijo que el presidente Pedro Pablo Kuczynski “ha sido secuestrado por un grupo de poder”. Según un informe hecho por la propia bancada, Vieira es el principal sospechoso de la filtración. Él lo negó, pero no fue suficiente. Sus compañeros le perdieron confianza y la votación fue la prueba definitiva.
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