Este año las autoridades de los organismos que integran el Sistema Electoral cumplen el periodo de 4 años para el que fueron designados. ¿Qué sigue después? Especialistas en materia electoral y constitucional explican cuál es el proceso para nombrar a titulares del JNE, el Reniec y la ONPE y por qué su papel es clave en una democracia.
Elecciones
Expertos explican cuál es el proceso para designar a los titulares del JNE, el Reniec y la ONPE
A propósito de la presentación de un proyecto de ley para modificar la forma en que se designa al presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), es preciso conocer más sobre el proceso que se sigue para el nombramiento del titular de este organismo y de aquellas instituciones que participan en el desarrollo de los procesos electorales en el Perú.
Y es que este 2024 culmina el periodo de 4 años para el que fueron elegidos los titulares del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Estos tres organismos conforman lo que en el Perú se denomina Sistema Electoral.
El Jurado Nacional de Elecciones
El JNE es el organismo de la administración electoral más antiguo y más importante en el país. Su máxima autoridad es el Pleno, instancia que reúne a 5 representantes de instituciones públicas y de la sociedad civil, tal como comenta el experto en derecho electoral, Jorge Jáuregui. “El primero es el que preside y que representa el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), es elegido por la Corte Suprema de la República. En segundo lugar, está el representante del Ministerio Público. En tercer lugar, está el representante del Colegio de Abogados de Lima. Luego viene el representante de las facultades de Derecho de las universidades públicas, y finalmente está el representante de las facultades de Derecho de las universidades privadas”, comenta.
Los miembros del Pleno del JNE, pueden ser reelegidos por un periodo adicional de 4 años, proceso que está a cargo de las entidades que los designaron en un inicio. “Por ejemplo, el representante del Colegio de Abogados de Lima, si quisiera continuar cuatro años más tendría que participar en el proceso electoral que el Colegio de Abogados organice. Lo mismo con el representante de las universidades públicas, con el representante de las universidades privadas, etc., es un proceso electoral”, indica.
Esta situación también ocurre para el cargo de presidente del Jurado Nacional de Elecciones, que según la ley, recae sobre el representante de la Corte Suprema. Este puesto también puede ser reelecto por cuatro años luego de un proceso electoral.
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La ONPE y el Reniec
A diferencia del Jurado, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) cuentan cada uno con un jefe, el cual es elegido por la Junta Nacional de Justicia por concurso público para un periodo de 4 años que se puede renovar, como explica el abogado constitucionalista Roy Mendoza.
“Si el jefe de la ONPE o del Reniec deseara continuar en el cargo tiene que expresar su voluntad para que el órgano encargado de llevar a cabo el concurso público para elegir a su reemplazante lo ratifique. Si lo ratifica, se entiende que el cargo se ha renovado por 4 años más”, precisa.
Es preciso señalar que los actuales jefes de la ONPE, Piero Corvetto, y de Reniec, Carmen Velarde, culminan su periodo a fines de agosto del 2024; mientras que el presidente del JNE, Jorge Salas Arenas, cierra su periodo de cuatro años en noviembre próximo.
Tanto Corvetto como Velarde han hecho público su deseo de ser ratificados en sus cargos como máximas autoridades tanto de la ONPE como del Reniec, respectivamente.
El papel de las autoridades electorales en la democracia
En los últimos años, el cuestionamiento a los resultados y la calidad de las elecciones en el Perú por parte de grupos que perdieron en contienda ha generado un impacto negativo en la democracia, indica el politólogo Fernando Tincopa. Este fenómeno se ha extendido también en otros países, sobre todo, a nivel de América Latina.
“Y es que en procesos electorales hiperpolarizados los candidatos usualmente comienzan a ser oposición desde el mismo día de la derrota y esto con el afán de deslegitimar al candidato victorioso cuando en realidad lo que se deslegitima es la democracia en sí”, refiere.
“A nivel nacional, esa intención de deslegitimar el proceso también viene acompañada por una suerte de deslegitimar a los autores responsables de la administración de las instituciones electorales; y, de esa manera, cuestionar sus atribuciones y generar la posibilidad de reemplazarlos, y acomodar el sistema a uno más favorable. A la larga es un perjuicio colectivo y el beneficio individual de los partidos va a terminar siendo una mochila pesada que cargaremos los peruanos”, añade.
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Si bien los organismos del Sistema Electoral toman decisiones que están sujetas al tema logístico y de justicia electoral en comicios, también cumplen roles importantes para el sistema democrático del Perú, incluso en periodos no electorales, recalca el experto.
“Estos organismos tienen la labor de sistematizar información. Es decir, generar data que sirva para tomar mejores decisiones, a nivel de política pública y mejorar la calidad de un proceso electoral, (y) tanto a nivel ciudadano, ya sea para educar o informar simplemente a la gente; y, a partir de esa información, tomar mejores decisiones”, sostiene Tincopa.
Mejorar la legitimidad y la calidad de los procesos electorales requiere del respeto de la autonomía de los organismos electorales para que realicen su labor sin injerencia o presión externa, punto en el que coinciden los expertos.
Como ciudadanos, debemos estar atentos a los cambios en el sistema electoral que impulsan los partidos políticos en el Congreso, y que podrían terminar comprometer aún más el futuro de nuestra democracia.
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