Hablar de salud pública en estos días es hablar de vacunas; y vacunar a toda la ciudadanía es la forma más efectiva de luchar contra la COVID-19. Un hecho que nos llena de esperanza es que, a diferencia de lo que sucedió en el gobierno anterior que no pudo asegurar ni una sola vacuna, hoy, según The Economist, nuestro país tiene la mayor cantidad de vacunas aseguradas en Latinoamérica. El reto, ahora, está en la gestión de vacunación; proceso que, además de rápido, debe ser transparente, honesto y libre de cualquier abuso de poder. El #vacunagate no se puede repetir jamás.
El Partido Morado propone vacunar al 100% de la población adulta antes de que acabe el 2021. Nuestro plan se sostiene en cinco criterios base. Primero: gobernanza. Proponemos la designación de un Zar de las vacunas, con rango ministerial, y autoridad vinculante para tomar decisiones. Segundo: centros de vacunación. Implementaremos 1000 de los más de 1600 establecimientos de salud de primer nivel, de tipo I-3 y I-4, para que la gente pueda acudir a los lugares más cercanos a sus domicilios a vacunarse. Tercero: recursos humanos. El proceso lo liderarán las enfermeras y enfermeros, y convocaremos a todos los estudiantes de los últimos dos años de enfermería y carreras relacionadas, para complementar el proceso de vacunación. Les daremos un trabajo a los jóvenes, pero, además, realizarán una labor patriótica. Cuarto: gestión de la información. Diseñaremos un software que nos permita, en tiempo real, saber quiénes se están vacunando, dónde y todas sus características socioeconómicas. Quinto: distribución de las vacunas. Recurriremos a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales para identificar los lugares seguros que necesita el Estado para almacenar las vacunas que vayan llegando. Asimismo, es clave acompañar este plan con dos factores transversales: una efectiva estrategia comunicacional para convencer que aún no creen en la vacuna, y la creación de una comisión de científicos que asesore permanentemente al presidente y a sus ministros sobre todas las decisiones que tomen como, por ejemplo, la elaboración de medidas contra las nuevas variantes del coronavirus.
El Partido Morado también ha presentado otras propuestas para reformar el sistema de salud. Una de ellas es reforzar las postas médicas a nivel nacional para que nuestro sistema de salud pase de un enfoque reactivo (curación, uso de hospitales) a uno preventivo (prevenir la enfermedad). Para lograrlo, dotaremos a las postas médicas de personal, equipos, y medicinas y se priorizará aquellos establecimientos de salud que se ubiquen en las provincias/distritos con mayor incidencia del virus y nivel de pobreza, tarea para la cual nos apoyaremos en los mapas georreferenciados. Así también, proponemos integrar el sistema de salud, lo que supone, en un inicio, integrar los protocolos, las base datos y las condiciones de trabajo de EsSalud, el Minsa y el SIS, de tal manera que los peruanos puedan recibir el mismo servicio, sin preocuparse del tipo de aseguramiento que tienen. Eso es una cancha plana para todas y todos. Otro tema urgente es el oxígeno. Tenemos que evitar su escasez. Es vital que se liberen las trabas burocráticas al ingreso al país de plantas de oxígeno medicinal de empresas privadas y además simplificar la burocracia para su distribución en los centros salud.
La protección del derecho a la salud debe entenderse como una condición sin la cual los seres humanos seríamos incapaces de desarrollar nuestros talentos y realizar nuestros proyectos de vida. Pero, fundamentalmente, el derecho a la salud constituye un derecho humano cuyo reconocimiento pleno por parte del Estado es necesario para asegurar un mínimo de dignidad humana. Para el Partido Morado, la salud de los peruanos está al centro.
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