El titular de la PCM sostuvo que el Gobierno no tolerará que la jornada de movilización social convocada por un grupo de transportistas se convierta “en una protesta criminal” ocasionada por actores políticos a los que catalogó de “oportunistas”.
El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, se refirió a los enfrentamientos ocurridos esta tarde entre la Policía Nacional y un grupo de manifestantes, quienes fueron repelidos en la avenida Abancay cuando intentaban dirigirse al Congreso de la República.
Este hecho se produjo durante la paralización convocada por grupos de transportistas y otros gremios para protestar por la crisis de inseguridad ciudadana al ser constantes víctimas de extorsiones.
El titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) manifestó durante una conferencia de prensa que “no hemos registrado significativos actos que puedan constituir un desorden al orden público” y que “hemos brindado plena seguridad a la ciudadanía en Lima Metropolitana” durante el paro de este jueves.
En ese sentido, manifestó que, si bien el Gobierno avala “el derecho a la protesta”, los enfrentamientos y desmanes ocurridos en el Centro de Lima fueron causados por personas que “ya no tienen que ver nada” con esta movilización.
“Pudimos constatar con un grado de sorpresa que, de pronto la reivindicación meramente gremial y sindical había desaparecido, ya no se hablaba del problema del transporte, de la extorsión, de pronto se empezaron a levantar otras banderas por actores que se habían infiltrado en la escena”, señaló.
Adrianzén señala que conatos en avenida Abancay buscan desestabilizar
Adrianzén sostuvo que estas personas, a las que catalogó de “oportunistas”, tenían planeado sumarse a la marcha con la intención de generar desmanes y exigir “una nueva Constitución, vacancia presidencial, la libertad de Castillo”, entre otras medidas.
“Estos nuevos actores que aparecieron, estos nuevos oportunistas, esto ya lo tenían planeado”, aseguró.
“Estas últimas horas, estos conatos en la avenida Abancay no son casuales y creemos que esto ha estado planeándose antes y que forma parte de una maniobra vil que pretende desestabilizar al país”, agregó.
Por último, aseveró que el Gobierno no tolerará que esta marcha se convierta “en una protesta criminal” que recurra a la violencia y afecte el patrimonio público y privado.
“La protesta la hemos visto en las calles con las personas que dejaron de trabajar, pero creo que estos últimos actos en la avenida Abancay un poco han deslucido lo bien y lo cívico que se estaba llevando esta jornada de movilización social”, apuntó.
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