La consultora 50+1 presentó el informe especial titulado 'Ni vacancia presidencial ni Asamblea Constituyente', un análisis del primer año de gobierno de Pedro Castillo.
La consultora 50+1 presentó el informe especial titulado 'Ni vacancia presidencial ni Asamblea Constituyente', un análisis del primer año de gobierno de Pedro Castillo, el cual ha sido marcado por la incertidumbre política y la confrontación entre estos dos poderes.
Así, el estudio recuerda que en los últimos 12 meses se han producido dos intentos de vacancia, diversas denuncias de corrupción en el Ejecutivo, cambios constantes de ministros, cuatro censuras, exfuncionarios del gobierno prófugos e investigaciones preliminares en contra del presidente Pedro Castillo.
"Contrario a lo que muchos esperaban al inicio del gobierno, hoy es claro que la principal característica del Ejecutivo no es su radicalismo ideológico comunista o la desmedida presencia de Vladimir Cerrón. Más bien, el año transcurrido ha evidenciado un gobierno impopular, caracterizado por su extrema improvisación y su incapacidad para cumplir con sus promesas, así como por las constantes denuncias", menciona el análisis.
Además, si bien aún es parte de la coalición que permite al presidente contar con los votos suficientes en el Congreso para evitar la vacancia, se advierte un debilitamiento de la relación entre Perú Libre -cuya bancada pasó de 37 integrantes a 16- y Pedro Castillo, quien terminó renunciando al partido con el cual ganó las elecciones. Además, se recuerda que incluso este partido no ha tenido problema para aliarse con la oposición "cuando así le convino".
"Todos estos elementos dan cuenta de un presidente y de un gobierno improvisado, cuyo principal objetivo es sostener las alianzas que le permiten mantenerse en el cargo (…) Por ello, todo indica que Castillo tendrá que aferrarse a luchar por su supervivencia en el cargo, que -en los próximos meses- dependerá no solo de la articulación de la oposición en el Congreso, sino también de las investigaciones de la Fiscalía sobre presuntos delitos", apunta el informe.
Improvisación en acción: cambios ministeriales
El estudio sostiene que quizás el ejemplo más claro de la improvisación del gobierno se encuentra en la cantidad de cambios ministeriales producidos durante estos meses. Así, durante este año, un total de 54 personas han ocupado una cartera ministerial, lo que se traduce, en promedio, en un ministro distinto cada 7 días.
"Difícilmente puede esperarse una gestión coordinada y congruente, cuando existen tal cantidad de cambios en los puestos de más alta jerarquía en el Ejecutivo", lamenta el estudio.
Entre las carteras que han sufrido más cambios están el Ministerio del Interior (7 ministros), el de Desarrollo Agrario (5); el de Energía y Minas (5); y la Presidencia del Consejo de Ministros (4). Otros diez ministerios han tenido tres ministros distintos, mientras que los demás han tenido de dos y menos. Los únicos tres ministerios sin cambios son: Desarrollo e Inclusión Social (Dina Boluarte), Vivienda (Geiner Alvarado) y Comercio Exterior (Roberto Sánchez).
Uno de los aspectos que caracteriza a este gobierno fue la realización de los denominados Consejos de Ministros Descentralizados. Con estos, el Ejecutivo transformó un ente
tradicionalmente utilizado como un espacio de discusión técnica a uno de carácter más bien político, "al punto de parecer, por momentos, mítines de campaña".
Durante estos doce meses, el gobierno llevó a cabo 19 de estos encuentros en 18 regiones. Las regiones en las que no hicieron fueron Piura, Lambayeque, La Libertad, San Martín, Madre de Dios y Apurímac (sin contar al Callao y a Lima). En estos eventos, el presidente realizó 289 promesas, lo que se traduce en un promedio de 15 por cada actividad.
El papel de la oposición en este primer año
Los esfuerzos de la oposición durante el primer año del gobierno de Castillo se centraron en dos temas: la potencial remoción del presidente del Perú -a través de una vacancia, una acusación constitucional o del adelanto de elecciones- y la defensa de la actual Constitución ante la posibilidad de que se lleve a cabo una Asamblea Constituyente.
Sin embargo, el estudio aclara que los esfuerzos en torno a estos dos aspectos no fueron igual de útiles. Por un lado, la oposición no ha logrado forzar la salida de Pedro Castillo -que sigue contando con los votos necesarios para protegerse en el Congreso-. La situación, sin embargo, es diametralmente opuesta en lo que se respecta a la Constitución: a través de diversas acciones en el Parlamento, las bancadas opositoras han logrado colocar diversos "candados" para impedir la Asamblea Constituyente.
La producción del Congreso
En cuanto a la producción legislativa, llama la atención la cantidad de proyectos de ley que se han presentado: 2 679 hasta el 20 de julio del 2022. Esta cifra se traduce a un promedio de 8 proyectos de ley presentados al día. Si bien es bastante común que nuestros congresos presenten una gran cantidad de propuestas, esta cifra está casi 1 000 proyectos por encima de la que se alcanzó en el primer año del Parlamento anterior (1 692 hasta julio del 2017).
Como era de esperar -dada la cantidad de proyectos presentados- la mayoría de las propuestas ni siquiera han salido de sus respectivas comisiones. El gráfico de abajo evidencia que más de la mitad de las iniciativas (1 501) se encuentran en comisión. El resto de iniciativas ya han sido publicadas en El Peruano (399); tienen un dictamen en comisión (260); han sido ya aprobadas por el Pleno (119); se encuentran en la agenda del Pleno (105); en la orden del día (91); o se han convertido en autógrafas (85).
La desaprobación: característica común
Finalmente, el informe encuentra un punto en el cual han confluido el Ejecutivo y el Congreso: su baja aprobación. Por un lado, Pedro Castillo parece haber estabilizado su popularidad en una cifra que oscila entre un 20% y un 25%, mientras que el Congreso ha visto caer su aprobación a niveles incluso inferiores a los del presidente, con una aprobación que no alcanza ni siquiera un 20% desde marzo de este año.
En contraste con sus predecesores, ni Castillo ni el Parlamento quedan bien parados. Por el lado del presidente, su aprobación actual lo sitúa por debajo de la que obtuvieron los últimos tres presidentes que logaron finalizar su primer año de mandato: Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra (Manuel Merino y Francisco Sagasti no fueron incluidos en la comparación porque no llegaron a los 12 meses de gobierno).
Si bien existe una tendencia al descenso en tres de los cuatro casos (exceptuando a Vizcarra), al duodécimo mes Castillo está 14 puntos porcentuales por debajo de Kuczynski, 20 puntos de Humala y 36 puntos de Vizcarra. Así, a pesar de que el actual presidente parece haber logrado consolidar una base que le brinda soporte en medio de la crisis política, el informe concluye que su popularidad al finalizar su primer año de mandato "dista de encontrarse en niveles satisfactorios".
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La legisladora dijo que hubo intereses económicos detrás del proyecto aprobado por insistencia en el pleno del Parlamento. En cambio, el legislador Alex Paredes, del oficialista Bloque Magisterial, justificó el respaldo de su grupo a la insistencia del proyecto pese a que el Gobierno observó la ley.
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