La explosión de dos coches bomba el 16 de julio de 1992 causó la muerte de 25 personas. El año pasado, el Poder Judicial condenó a cadena perpetua a la cúpula de Sendero Luminoso por el ataque.
Han pasado más de 25 años desde aquel 16 de julio de 1992, cuando dos coches bomba cargados de dinamita estallaron en la calle Tarata, en el centro de Miraflores. Por este crimen, que cobró la vida de 15 de personas, el Poder Judicial condenó el año pasado a cadena perpetua a Abimael Guzmán y el resto de la cúpula del grupo terrorista Sendero Luminoso por el atentado.
Los sentenciados son Abimael Guzmán, Elena Yparraguire, María Pantoja, Óscar Ramírez Durand, Osmán Morote Barrionuevo, Margot Liendo Gil, Florindo Flores Hala 'Artemio', Laura Zambrano Padilla, Edmundo Cox Beuzeville, Florentino Cerrón Cardoso, Elizabeth Cárdenas Huayta y Moisés Limaco Huayascachi. La Fiscalía había pedido para todos ellos una condena de cadena perpetua. En tanto, la Procuraduría Anticorrupción ha pedido una reparación civil de 10 millones de soles, mientras que la Procuraduría Antidrogas 13 millones.
Condenable suceso. En un inicio, los terroristas planeaban detonar la agencia del Banco de Crédito del Perú (BCP), que se ubica en la Avenida Larco. Sin embargo, debido a la vigilancia del local, el plan cambió.
Para distraer a las autoridades, el grupo armado realizó otras explosiones pequeñas en los alrededores del distrito, incluidas algunas comisarías. Alrededor de las 9:30 p.m., los senderistas dejaron dos vehículos cargados con 500 kilos de dinamita en la nueva ubicación, a donde daba una puerta lateral del banco, en la calle Tarata. La explosión ocurrió minutos después.
El atentado terrorista destruyó gran parte de los edificios San Pedro, Tarata, San Carlos, El Condado y la Residencial Central. Además de los 25 fallecidos, hubo 250 heridos, 17 desaparecidos y más de 300 familias damnificadas. El ataque también causó pérdidas económicas calculadas en tres millones de dólares.
Testimonios
Vanessa Quiroga, víctima del ataque terrorista, dijo a RPP Noticias que la sentencia de este caso es importante porque podría permitir que los terroristas que han quedado en libertad en los últimos años, como Morote, Liendo o Huatay, regresen a prisión. "Parece que, desgraciadamente, olvidamos muy rápido. 26 años no es tanto tiempo, para mí ha sido un abrir y cerrar de ojos en el que he tenido que pasar por muchas dificultades y hoy ver que recién se está dando una sentencia final (…)", declaró en diálogo telefónico con La Rotativa del Aire.
Quiroga relató que el día del atentado -tenía 5 años en ese entonces- acompañó a su madre a vender sus productos en la calle Tarata. A las 9 de la noche, cuando se alistaban para retirarse, una primera explosión hizo que su madre diera una voz de alerta. En ese momento cruzaron a la avenida Larco donde fueron alcanzados por la explosión. Producto de este ataque ella perdió una pierna. Si le preguntas a cada una de las personas que estuvieron en Tarata te van a contar cosas distintas, pero igual de aterradoras", cuenta Quiroga, quien trabaja en el programa 'Terrorirsmo nunca más', del Congreso
Oswaldo Cava, cirujano dentista y uno de los sobrevivientes del atentado, contó en RPP Noticias que aquella noche se disponía a salir de su consultorio ubicado en la cuadra 2 de la calle Tarata. Su hermano menor, Pedro, de 27 años, se encontraba esperando fuera. Los coches bomba estallaron y Pedro resultó gravemente herido. Murió camino al hospital. Más de 25 años después, tanto Vanessa como Oswaldo, así como el resto de deudos y sobrevivientes, podrán finalemnte conocer la sentencia de los responsables del atentado.
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