Huawei termina el año con una pérdida del 30% en ingresos

Al cierre del 2021, Huawei sigue manteniéndose a flote, aunque con menos margen. La empresa china ha sabido demostrar resiliencia y ha comenzado a experimentar en mercados más “libres”, mientras sigue bajo bloqueo comercial en los Estados Unidos que le impide acceder a mejores condiciones. Sin embargo, ha terminado a pérdida el 2021 pese a los giros.

De acuerdo con Reuters, Huawei estima ingresos por 634 mil millones de yuanes – casi 100 mil millones de dólares – al cierre del 2021, una cifra inferior a la registrada en 2020, calculada en 891,4 mil millones de yuanes – unos US$ 140 mil millones al cambio -.

El dato se registra en una carta enviada de manera interna a los empleados de Huawei por Guo Ping, presidente de la compañía china, quien destaca que el próximo año “vendrá con una buena cantidad de desafíos”, pero que se mantiene satisfecho con el rendimiento de la empresa durante este 2021.

Huawei no se recupera de la caída

Las restricciones impuestas en 2019 por el gobierno de Estados Unidos se endurecieron durante la administración del actual presidente Joe Biden, y obligan a Huawei a construir equipos usando procesadores de otras marcas bajo la condición de deshabilitar la conectividad 5G.

Debido a este bloqueo, Huawei dejó de construir su propio procesador Kirin en 2020, una situación que no ha podido remediar en medio de una escasez global de semiconductores y la falta de un partner logístico como TSMC, empresa contratada para la construcción de los chips de HiSilicon.

"Un entorno empresarial impredecible, la politización de la tecnología y un creciente movimiento de desglobalización presentan serios desafíos", menciona Guo en el comunicado. "Necesitamos ceñirnos a nuestra estrategia y responder racionalmente a las fuerzas externas que están fuera de nuestro control".

Se espera que este año Huawei pueda diversificar otras divisiones que no se vean afectadas por bloqueos, como su división de wearables, PC y audio. Además, Harmony OS aun mantiene pasos controlados dentro de China y no hay indicios sobre la internacionalización de este sistema operativo en teléfonos, televisores y otros dispositivos.