Las firmas más grandes de Internet han anunciado un trabajo conjunto para erradicar contenido extremista de las redes, como parte de una serie de medidas replanteadas para prevenir situaciones como la ocurrida recientemente en Nueva Zelanda.
Las principales firmas digitales se comprometieron el miércoles a tomar una serie de medidas para erradicar los contenidos extremistas en internet, como parte de una iniciativa lanzada en París a raíz del atentado de Christchurch en Nueva Zelanda.
"La difusión de este tipo de contenidos en línea tiene un impacto negativo en los derechos humanos" y "en nuestra seguridad colectiva", indicaron los firmantes de esta iniciativa, entre ellos Google, Twitter, YouTube y Facebook, tras una reunión celebrada en París con líderes mundiales.
Esta movilización internacional, bautizada "llamamiento de Christchurch", fue iniciada por la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, y el presidente francés, Emmanuel Macron, dos meses después del ataque contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, que fue transmitido en vivo en Facebook durante 17 minutos.
Las aterradoras imágenes de este doble ataque en el que murieron 51 personas permanecieron en línea durante otros 12 minutos antes de que Facebook fuera alertado por un usuario y las retirara. Pero el video fue descargado y compartido millones de veces en los días siguientes.
"Podemos estar orgullosos [...] Hemos tomado medidas concretas para impedir que un drama como el de Christchurch se reproduzca", declaró Ardern.
"Nuestro objetivo es que no se reproduzca nunca la transformación de internet en una loca máquina de propaganda, un objetivo que buscan los terroristas de extrema derecha y los terroristas islamistas", insistió Emmanuel Macron durante una rueda de prensa.
Para evitar que esto vuelva a suceder, las plataformas de internet se comprometieron a "tomar medidas transparentes y específicas para prevenir que se carguen y se difundan contenidos extremistas violentos o terroristas en las redes sociales", reza un comunicado.
Estas firmas cooperarán en la búsqueda de nuevas herramientas para identificar y eliminar rápidamente el contenido extremista, como compartir bases de datos de mensajes violentos o imágenes, para garantizar que no se propaguen a través de múltiples plataformas.
También dijeron que explorarían la posibilidad de ajustar sus algoritmos para evitar que este tipo de contenidos se haga viral y facilitarían la denuncia de contenidos violentos.
"Por primera vez, gobiernos, organizaciones internacionales empresas y organismos digitales han acordado una serie de medidas y una colaboración a largo plazo para hacer que internet sea más seguro", declaró la presidencia francesa.
Además de Francia y Nueva Zelanda, este llamamiento fue adoptado por Canadá, Irlanda, Jordania, Noruega, Reino Unido, Senegal, Indonesia, y por la Comisión Europea. Otros Estados, como España, Australia y Alemania, "apoyaron" la iniciativa, afirmó el Palacio del Elíseo.
Unas horas antes de la reunión, Facebook, que fue criticada por haberse demorado a en interrumpir el video de la masacre en Nueva Zelanda, anunció que restringirá el uso de su plataforma de transmisión de vídeos en vivo.
A partir de ahora los usuarios que violen las reglas de uso de la red social, en particular aquellas que prohíben a "organizaciones e individuos peligrosos", serán suspendidos temporalmente de Facebook desde la primera infracción.
"El terrorista del 15 de marzo dejó en evidencia que la transmisión en directo de imágenes puede ser utilizada para propagar odio. Facebook dio un primer paso tangible para impedir que ese acto se repita en su plataforma", aplaudió la primera ministra neozelandesa.
"Debemos construir un Internet libre, abierto y seguro, que brinde a cada uno la posibilidad de compartir, aprender e innovar, pero que nos permita también defender nuestros valores, proteger a nuestros ciudadanos y responsabilizarlos", declaró por su parte el presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión de la cita en París.
Francia, uno de los países más implicados en esta campaña, está preparando un proyecto de ley que obligue a eliminar en las redes sociales contenidos denunciados en un plazo de 24 horas, bajo pena de multa. París espera promover esta legislación a nivel europeo.
Para los analistas, esto parece “Imposible”
Algunos analistas pusieron en duda la eficacia del "llamamiento de Christchurch", sobre todo porque las medidas contempladas no son coercitivas.
"Se trata de una declaración de principio. De una iniciativa política, nada más", estimó Marc Rees, jefe de redacción del portal francés Next INpact, especializado en nuevas tecnologías.
"No es que Facebook o Twitter no quieran hacerlo, pero suprimir en tiempo real un contenido colgado en línea es simplemente imposible", agregó.
Este llamamiento fue anunciado coincidiendo con la segunda cumbre "Tech for Good", una iniciativa lanzada por Macron en 2018, para debatir sobre cómo las nuevas tecnologías pueden contribuir al bien común, como la educación o la salud.
A esta cita asistieron ejecutivos de Wikipedia, Uber, Twitter, Microsoft y Google. Mark Zuckerberg, el cofundador y consejero delegado de Facebook, no estuvo presente, pero ya se reunió en privado con Macron la semana pasada.
Estados Unidos, donde nacieron la gran mayoría de gigantes de internet, no firmó el "llamamiento de Christchurch", y sólo estuvo representado a un nivel subalterno en una reunión de ministros del G7 sobre asuntos digitales, que también tuvo lugar el miércoles en París.
- AFP -
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