"El hoyo" pone en evidencia las diferencias sociales reflejadas en la distribución de recursos y de acuerdo con Carlos Suárez, el productor, Netflix estaría interesado en una secuela.
La película española “El hoyo” sigue siendo una de las número uno en la plataforma de Netlfix. Sin embargo, debido a su éxito, el servicio de streaming estaría viendo la posibilidad de hacer una secuela del film.
El productor de “The Platform”, Carlos Suárez, tuvo una entrevista con el medio ‘El Correo’, y aseguró lo siguiente: "Ha despertado un fenómeno fan”, haciendo referencia al éxito que ha tenido desde su estreno.
Además, cabe resaltar que “El hoyo” ha ganado cuatro premios, entre ellos a ‘Mejor película’ en el Festival de Sitges. También, el productor catalogó a la película de la siguiente manera: "Ya se la conoce como la película de la pandemia".
El productor agregó que debido al éxito que han tenido y las hipótesis que se han tejido sobre el final, podría haber una segunda parte para despejar las dudas:
“Netflix tenía claro que podía funcionar muy bien y hacerse viral, pero nadie esperaba esto. [...] He visto páginas [...] explicando el final, que en un solo día han recibido más de 100.000 visitas”.
¿QUÉ DICE LA CRÍTICA INTERNACIONAL?
El crítico del diario El Mundo, Luis Martínez, calificó a “El hoyo” como “una de esas películas que bendicen los descubrimientos y los asombros”, además de ser una producción “sabia, triste y reveladora”.
Por su parte, Rafael Motamayor, del portal Bloody Disgsusting, destacó el trabajo de guion de David Desola y Pedro Rivera, quienes, junto a Gaztelu-Irrutia, han logrado “entretejer magistralmente la exposición con la construcción del mundo para no abrumar a la audiencia con información”. Para este crítico, la cinta es “grotesca, inquietante y muy divertida”.
Asimismo, Benjamin Lee, de The Guardian, sostuvo: “Hay una eficacia brutal en la narración de historias, que nos impulsa rápidamente hacia arriba y hacia abajo del edificio, obligándonos a dar testimonio de una gran cantidad de horrores… Es una pequeña película sombría, pero se mueve con una velocidad tan feroz que nos encontramos pegados a la pantalla, jadeando y haciendo una mueca, anticipando con cautela cuán malas pueden ser las cosas, aunque diría que la escena final no aterriza con bastante el impacto que esperaba”.
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