Un solo voluntario puede salvar a más de ocho personas que necesitan un trasplante de órgano para mejorar su calidad de vida.
En el Perú, más del 70% de la población de todos los niveles socioeconómicos manifiesta estar de acuerdo con la donación con fines de trasplante y manifiesta estar dispuesta a ser donante después de su muerte.
Sin embargo y de acuerdo a EsSalud, este porcentaje disminuye a menos del 30% cuando se pregunta si autorizarían la donación de un familiar fallecido.
Mitos y verdades. El tema de la donación está muy marcado por la desconfianza y temor de los ciudadanos, principalmente cuando se trata de un familiar fallecido.
Uno de estos temores es el tráfico de órganos. La directora de la Organización Nacional de Donación y Trasplantes, María Delgado, explica que cada intervención quirúrgica cuenta con un reporte y está presente un equipo multidisciplinario.
Que el fallecido quede desfigurado es otro mito que Delgado aclara. De acuerdo a la especialista, los cirujanos realizan una operación cuidadosa con el fin de que no quede ninguna huella o marca y que al momento de la entrega del cuerpo sea lo más tranquilo para la familia.
Rango de edades. Para ser receptor y donante no límite de edad, todo depende de la necesidad de salvar: “Si hablamos de un donante de mucha edad, más de 60 años, las posibilidades de utilización del órgano son menores, pero también es cierto que tenemos receptores de más de 70 años, entonces un órgano de una persona de 60 años bien le podrá servir a esa persona de 70 o 75 años para tener una calidad de vida”, indica Delgado.
Si deseo ser donador. En vida podemos ser donar riñón, piel y médula ósea. Si uno está interesado, debe someterse a evaluaciones médicas para observar sus condiciones, patologías, entre otros.
Generalmente se trata de familiares directos de los pacientes, como un padre o un hermano. Estos casos no ingresan a la lista de espera, lo que sí se respeta con un donante cadavérico.
Conversa con tu familia. Si soy donador o quiero serlo, es importante conversar con la familia sobre tu posición además de registrarlo en tu DNI. Así mismo, cuando ocurre el evento, la familia cuenta con médicos especialistas que dan soporte social y sicológico para que, si deciden que el fallecido sea donador, puedan ser parte de este proceso.
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