La iniciativa, que es parte de “Misiones de Emergencia” de la Parroquia María Reina, implementó puntos de encuentro con acceso a internet gratuito y dispositivos tecnológicos que beneficiarán a más de 1 500 familias vulnerables en Lima Sur.
En nuestro país siempre se hace presente el trabajo de ciudadanos dispuestos a apoyar desinteresadamente a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Este es el caso de “Misiones de Emergencias”, una iniciativa de la Parroquia María Reina que nació hace cinco años cuando un grupo de voluntarios empezó a visitar el Hospital María Auxiliadora, en Lima Sur, para llevar alimento a los familiares de pacientes ingresados por emergencia.
La pandemia hizo que su labor se multiplique, pero aun así lograron continuar con la entrega de alimentos a las personas que más lo necesitaban. De esta manera, desde la primera visita al hospital hasta a la actualidad, han notado varias necesidades presentes en nuestra sociedad que los han motivado a emprender misiones como Ollas de Emergencias, Aulas de Emergencias, Calles de Emergencias y Puertas de Emergencias.
El equipo de voluntarios está conformado por más de 120 personas, estudiantes, profesionales, mujeres y hombres de 16 hasta 75 años. Además, han logrado consolidar un modelo de atención que articula iglesia, sociedad civil y empresa privada.
Misiones por la educación
La pandemia también ha expuesto una realidad donde niños, niñas y adolescentes afectados por la carencia de señal de internet, dispositivos tecnológicos y habilidades digitales no pueden estudiar de manera remota y se ven obligados a interrumpir su escolaridad.
Frente a esto, Misiones de Emergencia decidió iniciar el proyecto Aulas de Emergencias, una campaña que apunta a cerrar la brecha digital en la educación básica con la implementación de más de 52 aulas en los espacios donde se llevan a cabo los programas de ollas comunes de Lima Sur.
Gracias al trabajo articulado del Estado, la sociedad civil, empresa privada, municipios, comunidades beneficiarias e iglesia católica se han instalado y equipado estos puntos de encuentro con acceso a internet gratuito, cuatro carpetas con tabletas, una impresora con tanque de tinta y un millar de hojas que beneficiarán a más de 1 500 familias vulnerables.
Asimismo, las comunidades beneficiarias, generalmente gestionadas desde el comité local, han habilitado un espacio físico con el compromiso de acompañar el proceso de los menores. De esta manera, cada punto de encuentro crea un vínculo entre tres personas de la localidad y especialistas en educación, quienes intercambian conocimientos y experiencias para enriquecer el modelo en favor de los estudiantes.
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