Las empresas ocupan un rol importante para responder a los retos sociales. Cada vez más organizaciones se alinean a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para generar valor social. ¿Cómo lograr un impacto positivo?
Empresas que no solo aportan económicamente, sino que se interesan por las comunidades donde operan y buscan un impacto positivo y responsable a nivel social y ambiental. Esto forma parte de la nueva realidad empresarial que demanda el mundo, por eso, cada vez son más las empresas que se alinean a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas.
El compromiso empresarial incluye crear soluciones escalables y replicables que se mantengan en el tiempo y que aporten al desarrollo de las comunidades y del planeta, todo esto con el fin de lograr un mundo más justo, sostenible y con más y mejores oportunidades para todos y todas.
De acuerdo con el documento “La empresa ante los nuevos retos sociales”, elaborado por PwC España y la fundación SERES, la empresa es uno de los principales actores para dar respuesta a los retos sociales. Además, se resalta que “la empresa responsable apostará por un modelo de negocio capaz de generar valor para todos los grupos de interés fortaleciendo el éxito empresarial en el largo plazo contribuyendo al mismo tiempo a la mejora de la sociedad”.
¿Cómo pueden las empresas aportar a la solución de problemas sociales?
Tal como resalta la investigación de PwC y SERES, es necesario contar con un modelo de colaboración que aporte valor y que, al mismo tiempo, se base en el intercambio de conocimiento, capacidades y recursos. De hecho, al contribuir con los problemas sociales, las empresas aprenden más sobre la sociedad y sus necesidades, por lo que pueden transformar ese aprendizaje en mejoras dentro de su organización.
Para los académicos Michael Porter y Mark Kramer, una manera en que las empresas pueden abordar los temas sociales de forma sostenible es centrarse en un problema social relacionado a su actividad empresarial y hacerlo parte del modelo de negocio. Así, pueden generar valor económico a la vez que generan valor social.
Este enfoque fue bautizado como Valor Compartido y se refiere, exactamente, a “las políticas y prácticas operacionales que mejoran la competitividad de una empresa, a la vez que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera”.
Según los autores, existen tres formas en que las empresas pueden tener oportunidades de crear Valor Compartido: al repensar los productos y mercados, al redefinir la productividad en la cadena de valor y al permitir la mejora del ecosistema local donde se desarrollan.
Con el Valor Compartido se generan beneficios para la sociedad al atender problemas sociales y también para la empresa, quien podrá mejorar su productividad y fomentar la innovación. Así se generan beneficios económicos y sociales creando valor conjunto entre la empresa y la comunidad.
La corporación BBVA señala que para conseguir que una empresa tenga impacto social se pueden seguir las siguientes recomendaciones: contar con el compromiso de los líderes para generar impacto positivo, tener estrategias sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y contar con el aporte de los colaboradores involucrándolos en voluntariado corporativo.
Un punto sumamente importante es empezar a medir los resultados de la estrategia empleada, no solo para tener data, sino para aprender de ella y conocer qué funciona y qué se puede mejorar para mantener los proyectos, hacerlos crecer y replicarlos.
La Lista de “Empresas Que Transforman el Perú” es una iniciativa organizada por IPAE Asociación Empresarial y la Asociación Frida y Manuel Delgado Parker, con el apoyo de USAID, RPP y la consultoría de FSG. Esta busca reconocer a las organizaciones con operaciones en el país que vienen incluyendo estrategias de Valor Compartido. Conoce más aquí.
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