Polanski, de 85 años, presentó una demanda judicial contra la Academia de los Oscar por excluirlo, en mayo del 2018, en pleno movimiento #MeToo. Él considera que debieron brindarle una "oportunidad" de hacerse oír.
La Academia de los Oscar deberá defenderse ante el tribunal por su decisión de excluir el año pasado, en pleno movimiento #MeToo, al director Roman Polanski, que huyó de Estados Unidos hace cuatro décadas tras declararse culpable de mantener relaciones sexuales ilegales con una menor.
Polanski, de 85 años, presentó una demanda judicial en Los Ángeles y pide su restitución, según el documento transmitido por su abogado Harland Braun.
El 3 de mayo de 2018, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que entrega los Oscar y tiene más de 7.000 miembros, anunció la exclusión de Roman Polanski al mismo tiempo que la del famoso comediante Bill Cosby, condenado por agresión sexual. La decisión se le transmitió por correo ese mismo día al director y entró en vigor "de forma inmediata".
En aquel momento, el Consejo de los Gobernadores de la Academia, compuesto por 54 miembros, dijo haber seguido sus nuevas normas de buenas conductas, adoptadas al inicio del movimiento #MeToo y tras la caída en desgracia del productor Harvey Weinstein, acusado por varias mujeres de abusos sexuales.
Polanski considera que la Academia de los Oscar, que lo admitió el 31 de diciembre de 1968, debería haberle dado un "preaviso razonable" antes de decidir excluirlo y que debería haberle brindado una "oportunidad" de hacerse oír.
La organización de Hollywood se reunió el pasado 26 de enero para reexaminar y confirmar su decisión.
"Los procedimientos seguidos para expulsar al señor Polanski fueron equitativos y razonables. La Academia defiende una decisión apropiada", respondió un portavoz, en un comunicado, a la revista "Variety".
EL LARGO CASO CONTRA POLANSKI
Roman Polanski se declaró culpable en 1977 de corrupción de menor por haber mantenido relaciones sexuales ilegales con Samantha Geimer, que tenía entonces 13 años.
Samantha Geimer, que afirma haber perdonado a Polanski, declaró que lo apoyaba en su voluntad de readmisión.
El director huyó de Estados Unidos tras un cambio de parecer del juez, que iba a condenarlo a una pena más dura. Los fiscales estadounidenses siguen intentando hacerle regresar al país para que cumpla su condena. (AFP)
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