Con el objetivo principal de mitigar el cambio climático, cada vez más se están usando vehículos eléctricos en el mundo, los cuales presentan las siguientes ventajas:
- Motores que generan muy poco ruido y no producen humo.
- Son menos contaminantes.
- Se recargan en el garaje de la casa, en el trabajo, o en un centro comercial donde haya un punto de recarga.
- Se alimentan de fuentes de energía renovable y sostenible.
- Los motores eléctricos son más compactos, ligeros y simples que los motores de combustión interna. Al no quemar combustible, no precisan de un circuito de refrigeración ni de aceite. Además, son más eficientes que un motor a combustión.
- Los motores eléctricos tienen mantenimiento muy reducido por su simplicidad mecánica.
- El costo energético por kilómetro de la carga eléctrica es muy inferior al del combustible para un vehículo a combustión.
Estos medios de transporte sostenible podrían haber llegado más temprano. La tecnología de los carros eléctricos fue desarrollada en la misma época de los autos con motores a combustión, a finales del siglo XIX. Por esa época, la autonomía de las baterías era muy pequeña y costosa, por lo que los carros movidos a combustión se tornaron más baratos, principalmente por el modelo de producción en masa y la expansión de la industria del petróleo.
Desde ese entonces, la popularización del uso del carro ha generado la necesidad de rediseñar las ciudades, y se abrieron espacios para calles, avenidas, túneles, estacionamientos, etcétera. El resultado de la pasión por los autos, sumado a la falta de un transporte masivo de calidad, incrementó la congestión y la contaminación de las urbes.
Fue entonces que, en 2015, en París, el mundo declaró la guerra a las emisiones de polución. El acuerdo del clima abrió espacio para el desarrollo de nuevas tecnologías, limpias y renovables.
En un informe titulado Global EV Outlook 2018, presentado por la International Energy Agency (IEA), se mencionó que el año pasado hubo tres millones de vehículos eléctricos e híbridos circulando por las calles, y se estima que para 2030 existirán 130 millones de autos eléctricos en el mundo.
La confiabilidad en la tecnología de los carros eléctricos es tanta que varios países ya definieron la fecha para eliminar completamente el uso de vehículos movidos por combustión. Son los casos de Noruega (2025), India (2030), Reino Unido (2040) y Francia (2040).
En Sudamérica, por ejemplo, ya es posible viajar entre dos de las mayores ciudades de Brasil, Río de Janeiro y Sao Paulo, con carros movidos al cien por ciento por energía eléctrica. La autopista Presidente Dutra, que une ambas ciudades, cuenta con estaciones para suministro de energía a lo largo de toda su extensión.
En el Perú todavía es incipiente el empleo de vehículos cien por ciento eléctricos, principalmente por no contarse con políticas públicas de promoción de uso y por la falta de una infraestructura de estaciones de recarga de energía.
No obstante, el uso de modelos híbridos convencionales en nuestro país empezó en el año 2009. Estos modelos combinan motores eléctricos y de combustión, y sus baterías no son recargables a partir de la red eléctrica, pero sí del uso del propio carro. Queda claro que esto es un primer avance hacia la reducción de la contaminación ambiental; sin embargo, es un medio de transporte que aún requiere de combustible fósil, uno de los principales causantes de la contaminación ambiental.
Entre las iniciativas públicas en el Perú para el empleo de vehículos cien por ciento eléctricos, a fines del 2018, la Municipalidad de San Isidro puso en funcionamiento por tres meses, a modo de piloto, un bus eléctrico que transportó gratuitamente a los ciudadanos. Actualmente el servicio cuenta con dos rutas, un servicio express y una ruta escolar.
Para potenciar el uso de vehículos cien por ciento eléctricos en el Perú es necesario desarrollar e implementar un plan nacional, que cuente con soporte legislativo y propuestas de reducción gradual de emisiones de CO2 a lo largo de los años, hasta llegar al cero por ciento de emisiones, siguiendo el ejemplo de varios países.
Además, estaremos contribuyendo realmente a la mitigación del cambio climático, debido a que nuestra energía proviene de fuentes limpias y renovables; a diferencia de otros países como Estados Unidos, Alemania y China, donde los combustibles fósiles son las principales fuentes de energía.
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