El pasado 8 de octubre, la Corporación Latinobarómetro presentó su informe 2021 y los resultados son realmente preocupantes para la región. De acuerdo con esta organización con sede en Santiago de Chile, ningún país latinoamericano está contento en cómo funciona la democracia. No obstante, lo que muestra el Perú debe encender todas las alarmas. Veamos.
Latinobarómetro indica que la aprobación del Poder Ejecutivo peruano en el periodo 2002-2020 fue 30% en promedio, la peor aprobación de todos los países estudiados en América Latina. Nuestros vecinos muestran también números preocupantes, pero no tan bajos como el nuestro. México se ubica en 45%, Ecuador y Argentina presentan una aprobación de 46%, Chile y Bolivia 49%, Colombia 56% y Brasil 50%.
A su vez, el Congreso peruano, con apenas 7%, es el que tiene la confianza más baja de todos los países analizados. Nuestro país está lejos del promedio regional de 20% y sumamente atrás de Uruguay (51%), Bolivia (27%), México (22%), Venezuela (19%) y Argentina (18%). En esta línea y como era previsible, los partidos políticos peruanos son también los más repudiados del continente con un vergonzoso 7%, casi la mitad del magro promedio latinoamericano de 13% y muy atrás de Uruguay (33%), República Dominicana (24%), Bolivia (16%) y Venezuela (15%). De igual forma, nuestro Poder Judicial también sale muy mal evaluado, se ubica en la penúltima casilla regional con 16% de confianza, lejos del promedio latinoamericano de 25% y años luz de países como Uruguay y Costa Rica, con 56% y 46% respectivamente. En otras palabras, si tomamos la media de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, podemos señalar que el sistema político peruano es el de peor evaluación en América Latina.
Sin embargo, este descrédito de las instituciones ha trascendido a prácticamente todos los aspectos de la vida nacional. En el rubro “satisfacción con la democracia”, nuestro país, con un paupérrimo 11%, vuelve a tener un desempeño lamentable con la segunda peor posición en la región, solamente superando a Ecuador y lejos del promedio latinoamericano de 25%.
Otro aspecto que es importante subrayar es que ante la pregunta “¿quién cree que tiene más poder en el país?”, el 55% de los peruanos señalaron que las “grandes empresas”. Esto es la percepción más elevada de todos los países encuestados. Es decir que, en el imaginario colectivo de más de la mitad de nuestros connacionales, las grandes empresas tienen más poder que el propio gobierno. El promedio regional es 37%.
Sin embargo, este derrumbe institucional, este enorme descrédito en el sistema político está generando consecuencias sumamente graves en la ciudadanía. De acuerdo con Latinobarómetro, ante la pregunta si los ciudadanos de su país “cumplen las leyes”, un abrumador 93% de peruanos considera que sus conciudadanos la cumplen “poco más nada”, el promedio más alto de todos los países estudiados. Ante la pregunta si “se las arregló para pagar menos impuestos”, nuevamente nuestro país se ubica en la peor posición con 34%, a una distancia considerable del promedio latinoamericano de 26%.
A manera de conclusión, la evidencia mostrada por Latinobarómetro y otros estudios internacionales que también hemos reseñado en esta columna, muestran que el problema político institucional en el Perú es sumamente grave, que el descrédito de la clase dirigente ante los ojos de la ciudadanía es probablemente el más alto de América Latina. Tomando en consideración esta situación límite creo que ya no se pueden hacer parches, maquillajes o arreglos, el país necesita un cambio total, una refundación, que ahora sí lo encamine en las vías del desarrollo.
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