Hasta hace algunos años, los datos que se obtenían de las investigaciones de mercado eran fácilmente procesados en paquetes informáticos básicos. En la era digital actual, sin embargo, es tanta y tan variada la información que se puede obtener de consumidores actuales y potenciales, que no solo encargamos a softwares el procesamiento de esta información, sino que también le pedimos al marketing automation el seguimiento y evolución de las reacciones de los usuarios, el envío programado o condicionado de mensajes a bases de datos predeterminadas, la interacción en línea a través de chatbots o la segmentación y clasificación de los clientes actuales y potenciales, entre otras muchas acciones.
Hace algunos meses tuve acceso a la información del caso de un restaurante en Escocia que me llamó la atención por su simplicidad para obtener big data e innovar. Se trataba de un establecimiento mediano que veía bajar sus ventas sostenidamente sin entender las razones exactas de dicho descenso, por lo que decidió contratar los servicios de un consultor de innovación que, a su vez, trabajaba con una empresa de Software as a Service (SaaS).
Este consultor instaló sensores imperceptibles en las vitrinas, ventanas y algunas paredes externas del restaurant y fue rotando diversos estímulos a diferentes horas del día, como: cartas variadas, afiches con diferentes opciones de comida y ofertas, platos servidos que expedían olores, combinaciones de platos con precios especiales, entre otros estímulos. El marketing automation hizo el resto.
En base a la información obtenida, el restaurante adecuó su propuesta, desde la segmentación de su público objetivo hasta la presentación de sus platos, pasando por la adecuación de sus horarios de atención, la variedad de sus cartas por horas y días de la semana, los diseños de los afiches dentro y fuera del restaurant, los olores y colores que dejaban sentir y mirar al público, entre otras muchas pistas que le permitieron y ayudaron a innovar, recuperar e incrementar considerablemente sus ventas.
Este sencillo ejemplo grafica claramente la variedad y accesibilidad de las herramientas tecnológicas actuales y la gran utilidad y adaptabilidad del big data a diferentes sectores y escalas de consumo. Sin embargo, debemos tener claro que no se trata de la cantidad de datos, sino de qué hacemos con ellos. Por ello, es necesario aprovechar el gran potencial de estas herramientas y explorar diversas maneras de innovar, pero, sobre todo, de conocer a nuestros clientes y estar atentos a sus intereses y necesidades; para estar siempre uno o varios pasos adelante en el mercado.
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