Uno de los resultados más importantes de los comicios de mitad de termino en Estados Unidos en el año 2018 fue la elección de 117 mujeres al Congreso, un número histórico. De ese grupo destacan, sin lugar a dudas, cinco congresistas, todas ellas miembros de minorías étnicas y/o religiosas. Me refiero a Deb Haaland (nativa americana) Sharice Davids (nativa americana), Ilham Omar (musulmana y a quien dedicamos una columna), Rashida Tlaib (palestina) y Alexandria Ocasio-Cortez (newyorrican). De ellas, la que más polvo ha levantado es la representante por el Distrito117 del Bronx, Alexandria Ocasio-Cortez. Conocida por sus miles de simpatizantes por las siglas de su nombre, AOC, Ocasio-Cortez se ha convertido en una las críticas más duras de los serios problemas que enfrenta Estados Unidos: el cambio climático, la desigualdad-pobreza, la corrupción política, etc.
Nacida de padres puertorriqueños en octubre de 1989, AOC es la mujer más joven electa en la historia del Congreso. Graduada de Boston University en el año 2011, AOC proviene del sector trabajador, ajeno a los privilegios y la riqueza. Antes de entrar a la política partidista, trabajó como organizadora comunitaria y camarera en un bar de Nueva York. En las elecciones de 2016, AOC fue organizadora en la campaña de Bernie Sanders, con quien comparte una clara afinidad política e ideológica.
Tras derrotar en las primarias a Joe Crowley, un congresista con veinte años de experiencia y Vicepresidente del Caucus Demócrata en la Cámara de Representantes, AOC ganó las elecciones de su distrito con casi el 80% de los votos. Su victoria fue uno de los eventos más destacados de la ola Demócrata que arrolló a los Republicanos en las elecciones de 2018.
Ideológicamente se ubica a la izquierda del Partido Demócrata con posiciones claramente progresistas y socialistas, y, por ende, demasiado “radicales” para la derecha estadounidense y para algunos miembros de su partido. AOC favorece la creación de un programa de salud de pagador único (single-payer healthcare), la educación universitaria gratuita, la cancelación de la deuda acumulada por préstamos estudiantiles, la defensa de los derechos de la comunidad LGTQ, la aprobación de un impuesto de 70% para quienes tengan ingresos superiores a los $10 millones, etc. A nivel medioambiental, es una de las propulsoras del llamado Nuevo Trato Verde (Green New Deal), que busca llevar a Estados Unidos al uso de energías renovables para frenar los efectos del calentamiento global. La joven congresista se ha convertido en una de las críticas más duras del capitalismo estadounidense y en especial, de la concentración del capital y la desigualdad económica, y de sus consecuencias sociales en los Estados Unidos.
A nivel de política exterior, se ha mostrado crítica de las acciones del estado de Israel contra los palestinos, especialmente, del uso excesivo de la fuerza.
AOC es una de las figuras más representativas de la división y de la lucha generacional que impera en el Partido Demócrata. División que para más de un analista podría llevar a Donald Trump a la reelección.
Su manejo de las redes sociales, inteligencia y perspicacia, le han convertido en un fenómeno político, llamando poderosamente la atención del establishment estadounidense, que se siente amenazado por una mujer de 29 años que claramente no es una de ellos y cuyo discurso atenta contra sus privilegios.
Está por verse que le depara el futuro a Alexandria Ocasio-Cortez, pero es claro que es una figura que atrae a los llamados millennials y a los sectores progresistas, que ven en ella el futuro de la izquierda sociedad estadounidense.
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