El sector educativo ha tenido que afrontar grandes retos que han obligado a adaptar nuevas tecnologías y acelerar procesos digitales mientras la pandemia exacerbaba los desafíos a las que se enfrentaban las instituciones educativas. Incluso las instituciones educativas más prestigiosas se enfrentaron a déficit en presupuestos y caídas en las tasas de matrícula por la crisis económica que enfrentaron los estudiantes peruanos. Estos problemas, cuyo impacto en las instituciones universitarias es más fuerte en el presente, tendrá efectos sobre el presupuesto en los años a venir mientras tenemos una salida progresiva de la pandemia. Sin embargo, aunque las instituciones han tenido que enfrentar estos desafíos, estudiantes y profesores también se han readaptado a este nuevo sistema, cada uno desde su propia realidad.
Durante los últimos meses, cuando revisaba mis redes sociales laborales, leí publicaciones de estudiantes universitarios quienes exponían el duro trayecto, las dificultades, el impacto emocional, la dureza del mercado laboral y, entre algunos también, quejas sobre el sistema actual, que tenía limitaciones de acceso a oportunidades que no les permitía aprovechar las oportunidades de un aprendizaje integral. Desafortunadamente, este es un problema que ha afectado estructuralmente al sector. Mientras que las escuelas han reaccionado tan pronto a las nuevas exigencias y desarrollan la visión de un nuevo sistema híbrido que marcará un nuevo horizonte en la educación, nuestros alumnos del presente requieren nuestra guía, preocupación y acompañamiento en este proceso. El significado de ser una escuela es más que enseñar, es también educar para la vida, desarrollar valores y formar mentes humanas. Para ello, las escuelas tenemos el reto de enseñar con el ejemplo, de formar con firmeza y de empatizar con nuestros estudiantes más allá de una encuesta. Necesitamos plantear seguimiento, conectar redes y diseñar talleres que unan las piezas faltantes que se perdieron por la pandemia. Los estudiantes necesitan los mejor de ambos mundos, el que quedó atrás y el que planeamos para el futuro pero que llegó hoy.
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