Un líder es quien encabeza una expedición a lo desconocido, es quien toma los riesgos y pone sus intereses de lado para proteger a su equipo. Un líder es quien está dispuesto a sacrificar lo suyo para salvar lo que le corresponde a los demás y no sacrificaría lo nuestro para conseguir algo para sí mismo. En Los líderes comen al último, Simon Sinek nos habla de cómo el liderazgo debe de comprender que el éxito de una organización gira en torno de los valores que el líder imparte antes que su habilidad directiva para tomar decisiones organizacionales. A través de relatos de sus experiencias, Simon nos relata cómo el aspecto del desarrollo humano de los líderes marca la diferencia entre aquellas organizaciones que alcanzan el éxito y aquellas que se estancan.
El libro gira en torno a sus experiencias sirviendo para el ejército de los Estados Unidos en el cuerpo de marines, en dónde el núcleo del liderazgo reside en el poder de su gente. Sinek nos relata cómo una organización no funciona de manera eficiente cuando sus empleados son vistos como meros recursos o componentes de un proceso funcional en los cuales son reemplazables. Por el contrario, los líderes deben de fomentar la empatía, y crear un círculo de seguridad para su organización en donde los miembros de su equipo dispongan de un ambiente sano y seguro de trabajo. El título parte de una práctica común en los marines en donde, a la hora de almuerzo, los de menos rango son los primeros en ser servidos, mientras que los líderes de mayor rango son los últimos en servirse para enseñar que el valor de anteponer las necesidades de sus equipos antes que las suyas. Esta práctica escapa de una orden o una regla escrita; es una convención que forma parte de su propia cultura laboral. Este libro nos repasa la historia del liderazgo a través de ejemplos de fracasos y aciertos de las últimas generaciones, recordándonos el aspecto humano que deben comprender los líderes como empatía, seguridad, empoderamiento e integridad.
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