A raíz de que estamos en casa, nuestros hijos(as) e incluso nosotros mismos podemos sentirnos aburridos en algunos momentos del día. Si bien es cierto hay varias actividades que realizar entre las cosas de la casa (algunos además estamos teletrabajando) y a pesar de que tratemos de estructurar horarios para las distintas actividades de nuestros hijos e hijas (entre ellas el procurar que puedan hacer las tareas encomendadas por el colegio), no habrá faltado a quien su hijo(a) se haya acercado con la popular frase: “estoy aburrido(a)”.
Si esto ocurre, un poco de aburrimiento puede tener sus beneficios. El aburrimiento es un estado emocional en el que la persona tiene una sensación de fastidio e incomodidad porque no está entretenida o interesada en algo. Se ha encontrado que el aburrimiento tiene varios beneficios:
- Estimula la creatividad, obligando a la persona a imaginar formas de salir de ese aburrimiento.
- Hace que la persona ponga en juego sus habilidades y descubra sus propios recursos para salir de ese estado. Por tanto, favorece el conocimiento de sí mismo.
- Enseña la virtud de la paciencia, a saber esperar, a entender que no todo se puede tener al instante, en este caso, la diversión.
- Permite desarrollar la independencia y autonomía, a no depender de otro siempre para pasarla bien. El aburrimiento permite aprender a pasar solo el rato, por un lado, o a buscar salidas creativas junto con otros, pero siempre desde la proactividad y no desde la pasividad.
- También permite hacer un alto, parar, para conectarse con uno mismo o con el momento, aprendiendo a escuchar e incluso poder disfrutar del silencio, que tanta falta nos hace.
Así que si nuestros hijos(a) sienten en algún momento aburrimiento, no temamos a que lo experimenten. Ellos también tienen que aprender a generar su propio entretenimiento.
Estos días circulan en internet una serie de sugerencias de actividades de todo tipo que podemos realizar en casa con nuestros hijos(as), y eso está muy bien. Ellos deben tener actividades programadas y cosas que hacer. Pero también es bueno intercalar momentos de ocio en los que ellos puedan explorar por sí mismos qué hacer para entretenerse. Si nos dicen que están aburridos, no corramos inmediatamente a su auxilio, démosles tiempo para que ideen sus formas de pasar el rato (obviamente supervisando que no vayan a hacer algo que los ponga en riesgo). A veces como madres y padres cometemos el error de llenar con actividades todos sus espacios, o de sugerir inmediatamente qué hacer cuando están aburridos. Un tiempo para que piensen y exploren por sí mismos les vendrá bien, más aún si consideramos los beneficios mencionados líneas arriba sobre los aspectos positivos del aburrimiento. De más está decir, pero igual considero importante mencionarlo, que en esos momentos no deben entrar a tallar las tablets, celulares, videojuegos, etc. Evitar tiempo de pantalla ayudará al desarrollo de la creatividad; los tiempos de pantalla deben tener su horario, luego, si están aburridos y ya no están en el horario de pantalla, deberán afrontar la sensación de no saber qué hacer para desplegar sus habilidades.
No tengamos miedo a un sano aburrimiento. Lo que sí podemos hacer es brindarles materiales y recursos que les permita explorar y entretenerse por sí solos: materiales reciclables, materiales para manualidades, cosas para disfrazarse, cuentos, juegos y juguetes que desarrollen su creatividad, entre otros.
Que el aburrimiento no se convierta en un monstruo estos días, aprovechemos en que sea nuestro aliado en algunos momentos del día, toleremos que nuestros hijos se aburran e incentivemos que sean capaces de aprender a salir de ese estado por ellos mismos.
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