En el lenguaje coloquial, muy influenciado por una recepción bastante popular del positivismo filosófico, solemos creer que el año actual – en este caso el dos mil veintitrés-, se presenta como la cima de los tiempos, el momento de perfección desde el cual se puede juzgar todos los tiempos pasados. De ahí que haya personas que expresen frases de este tipo: “¿cómo es posible que en el 2023 o en pleno siglo 21 sigan sucediendo estas cosas o se continue pensando de ese modo?”. Pues bien. Objetivamente, las fechas no producen cambios. Las transformaciones o evoluciones sociales y culturales se dan en algunos procesos, no en todos. Por ejemplo, pueden darse cambios o “avances” en la economía o en la tecnología, pero pueden darse “retrocesos” en lo político o en lo ético. Asimismo, no debemos olvidar que esos “progresos” o “retrocesos”, no pueden ser universales. Por el contrario, se desarrollan en un espacio definido y específico en términos de datación.
Eso hace que en sociedades muy heterogéneas (como la nuestra y otras actuales) podamos identificar varios tiempos sociales que se desarrollan en determinados espacios de manera simultánea. Esto hace que nos demos cuenta de que existen diversas maneras de relacionarse con el tiempo y, por lo tanto, de toparnos con personas o grupos que, al parecer, provienen de “épocas” distintas. Es como si en términos sociales viviéramos en un multiverso, solo que este caso sería bajo condiciones humanas.
Uno de los libros que desde la sociología de conocimiento nos permite conocer de qué manera ha sido estudiada y reflexionada la relación entre temporalidad y cultura, en varios reconocidos autores, es el volumen “Espacio, Tiempo y Sociedad. Variaciones sobre Durkheim, Halbwachs, Gurvitch, Foucault y Bourdieu” (Akal, 2007), del sociólogo y escritor Vicente Huici Urmeneta (n.1955). En su texto, el profesor Huici nos presenta de forma notable y con un conocimiento bastante preciso, el modo de cómo una serie de filósofos y científicos sociales estudiaron el vínculo espaciotemporal con las formaciones del conocimiento y, de qué manera las relaciones entre tiempo y sociedad condiciona la emergencia de mentalidades diferenciadas.
El excelente trabajo de Huici nos permite descubrir que intelectuales muy conocidos como Foucault o Bourdieu, reflexionaron sobre los tiempos espaciosociales desde sus propios sistemas de pensamiento, proporcionándonos nuevas líneas de entrada interpretativa sobre los mismos. Pero donde encontramos los aportes más significativos de este libro del profesor Huici- a nuestro modesto entender-, son los magníficos estudios sobre Emile Durkheim, Maurice Halbwachs y Georges Gurvitch. Sobre todo, de este último autor; cuyos aportes en el estudio reflexivo sobre los sistemas del tiempo se pueden vincular con los de Karl Mannheim. En efecto, un aporte significativo de la obra de Huici es que le permite al lector hispanoamericano descubrir que en la sociología del conocimiento centroeuropea, se desarrollaron interesantes contribuciones teóricas para entender realidades espacio-temporales tan complejas como las latinoamericanas, con experiencias sociales paralelas simultáneas y sobrepuestas.
Quienes estamos siguiendo la obra divulgadora de Vicente Huici, “Espacio, Tiempo y Sociedad” nos ofrece un magnífico marco de ideas y de conceptos para pensar los mundos paralelos, tanto a nivel temporal como espacial, y para descubrir que en este complejo mundo humano habitamos personas de “diversos tiempos” sociales. Por otro lado, este volumen fue un extraordinario preludio a “Sociedad y Conocimiento”, otros de sus libros notables.
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