La cuarta revolución industrial (Figura 1) se define por los disruptivos avances en áreas como el big data (ahora se hace mención al huge data), la inteligencia artificial (AI) o “máquinas pensantes”, la robótica, el internet de las cosas (IoT), la impresión 3D, el blockchain, la red 5G, entre los más relevantes. Toda esta innovación ha devenido en la generación de nuevos modelos de negocios, nuevas formas de propuestas de valor a los consumidores, el repensar los procesos productivos y de distribución, de tal manera que se han abierto las puertas a lo que hoy denominamos “economía digital”, en la cual las empresas que obtienen mayores niveles de capitalización bursátil justamente son las orientadas hacia los negocios digitales (Microsoft, Apple, Amazon, Alphabet, Facebook, Alibaba Group, Tencent, y recientemente las plataformas de comunicación y aprendizaje digital, tales como Zoom).
Uno de los principales cambios que también se observa en el ecosistema empresarial se relaciona con la manera de entender los procesos y la especialización en la cadena de suministro (Figura 2).
La denominada “cadena de suministro 4.0” resulta de la incorporación de las mencionadas tecnologías de la cuarta revolución industrial en sus diferentes procesos, y se caracteriza por un alto nivel de interconexión entre los ámbitos físicos y digitales, lo que permite optimizar el desempeño empresarial a nivel local, regional y global. En este marco, la gestión de la logística internacional es un factor diferenciador indiscutible para el logro de ventajas competitivas sostenibles entre las empresas y sus respectivos conglomerados globales.
De acuerdo al Reporte de Competitividad Global 2019 (RCG) del Foro Económico Mundial, el Perú ocupaba el puesto 65 de las 141 economías evaluadas; sin embargo, en el pilar de Infraestructura se ubica en el puesto 88 (Figura 3).
De acuerdo a las estimaciones del BCRP, el rebote de la tasa de crecimiento de la economía peruana para el 2021 llegaría al 11 %, acompañada de una tasa de la inversión privada del 20 %. Estamos de acuerdo en que los 12 pilares del RCG son muy importantes para asegurar el crecimiento sostenido de la economía peruana, pero afirmamos que en el marco de la cuarta revolución industrial es más que prioritario incentivar la inversión en el rubro de infraestructura; de otro modo, perderíamos competitividad relativa respecto a otras economías emergentes que se esforzarán por atraer nuevos capitales y recursos humanos.
Comparte esta noticia