¿Somos en verdad un país de propietarios? Entre las muchas de las cosas positivas y poco conocidas o reconocidas del Perú se encuentra el que seamos un país de propietarios. Reconocerlo nos ayudaría a resolver algunos de los muchos problemas que tiene nuestro país.
De hecho, el Perú resalta en el mundo por su alta tasa de propiedad de la vivienda, pues aquí más del 75% de las familias son dueñas de sus casas y solo 15%, según los datos de INEI, paga alquiler. Esto contrasta grandemente con muchos países desarrollados, como Alemania, donde el 50% de la población – la mitad – no tiene casa propia.
Menos conocido aun, y contra lo que muchos piensan, es que hay más propiedad de vivienda en las clases populares que en las de mayores ingresos. Una visita a los antes llamados conos en Lima, en Arequipa o en Trujillo nos mostrará que casi todos allí son dueños de sus casas. Hay muchos más propietarios que lo que se ve en los distritos más ricos de esas ciudades donde mucha más gente alquila. Eso considerando además que son casas más amplias que las minipropiedades usuales de Tokio o Nueva York.
Es cierto, como piensa usted paisano, paisana, que gran parte esa propiedad proviene de invasiones, pero hoy la mayoría tiene ya títulos de propiedad. Además, incluso si no tuviera esos títulos, la posesión evita pagar alquileres y permite utilizar ese monto en comida u otros gastos. Es evidente que quien gana 1 500 soles y es dueño de su casa tiene la misma capacidad de gasto que el que gana 2000 y paga 500 de alquiler, aspecto que por cierto no es considerado en las comparaciones de bienestar internacional, que solo miden dólares.
¿Qué consecuencias prácticas debería tener esta constatación? Una es que las empresas e instituciones financieras deberían considerar esa propiedad para determinar la capacidad de pago de las familias, más allá de su valor como garantía para préstamos o similares.
Segundo, que como sociedad deberíamos mejorar el orden jurídico de la propiedad, para dar mayor acceso a zonas de desarrollo de vivienda formal, dejando de propiciar invasiones y propiedad irregular. Y por encima de todo eso deberíamos mejorar nuestra propiedad, pintándola, dándole mejores acabados y cuidando nuestra calle, para resaltar el valor que tiene. Para que, más que sólo un país de propietarios, nos sintamos un país de orgullosos propietarios.
¿Cómo cree usted, paisano, paisana, que podemos aprovechar mejor la propiedad de vivienda que ya tenemos los peruanos?
Comparte esta noticia