El inicio del año escolar en las instituciones y programas educativos del nivel básico se estableció para el 11 de marzo según la Resolución Ministerial N° 712-2018-MINEDU, pero lo cierto es que no todas han podido iniciar. Ese mismo día juramentaba nuestra nueva ministra de Educación, Flor Pablo, destacada y experimentada educadora en la docencia y gestión pública, quien continuará la enorme tarea de conducir uno de los sectores más importantes para el país y su desarrollo, aunque con escasos recursos y limitado impulso para alcanzar el derecho a una educación de calidad para todas y todos los peruanos.
En el Centro Poblado Cuticsa en la provincia de Angaraes – Huancavelica, las autoridades de la comunidad junto con los directores de las instituciones educativas de los niveles inicial, primaria y secundaria, no solo organizaron el inicio del año escolar, sino que lo celebraron con una yunzada (o cortamonte) en donde participaría toda la comunidad. Mientras, en el Centro Poblado Anchihuay Sierra en la provincia de La Mar – Ayacucho, se prevé el inicio de clases el lunes 18 para los niños y niñas de inicial y primaria. La tardanza se debe a las lluvias, las carreteras se vuelven más precarias, los alrededores y los patios interiores de la escuela están enlodados, además muchos niños y niñas siguen participando en las actividades de la chacra y el pastoreo o aún no retornan con sus familias de otros pueblos o ciudades a los que migran temporalmente para trabajar y llevar algo de dinero para los útiles, ropa y calzado escolar.
En el caso del nivel secundaria de Anchihuay Sierra, el inicio del año escolar aún no tiene fecha. Desde el año pasado, y gracias a la gestión de sus autoridades, se instaló la secundaria bajo la modalidad de anexo del Colegio Abelardo Gamarra Rondón del Centro Poblado Buena Gana del mismo distrito. Para el 2019, con los cambios de autoridades ediles emprendieron nuevamente las gestiones burocráticas para asegurar que los 17 jóvenes de Anchihuay Sierra no interrumpan su educación secundaria, con lo cual pronto iniciarán la matrícula de los que se encuentran en la comunidad. Sin embargo, varios de ellos aún no retornan de sus empleos temporales en San Miguel, Huamanga u otras ciudades de la selva ayacuchana, en donde se emplean como obreros, jornaleros, trabajadoras del hogar, ayudantes de cocina, entre otras labores. Son ellos los que solventan sus gastos escolares desde que van a la secundaria porque sus padres no pueden hacerlo.
La diversa realidad social, geográfica y económica del país hace que el inicio del año escolar no siempre sea bueno, ni en la fecha prevista; ni que decir de las zonas afectadas por las lluvias e inundaciones. Lo que sí es común a todos los pueblos es que la educación sigue siendo una aspiración, que implica una gran responsabilidad para los gobiernos. Cabe preguntarnos ¿Los esfuerzos del Estado para asegurar educación de calidad se corresponde al que hacen las familias más pobres para educar a sus hijos e hijas?
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