Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Entrevistas ADN
Desde el sábado puerto de Chancay comenzará a operar carga, anunció gerente general adjunto del concesionario
EP 1748 • 08:36
El Club de la Green Card
¿Quiénes pueden recibir la pensión de un familiar fallecido en EE.UU.?
EP 124 • 01:30
RPP Data
¿Qué hacer para que Lima Metropolitana no siga creciendo de forma desordenada?
EP 237 • 02:58

Hacer memoria es más que recordar

Veinte años de terror han dejado miles de historias en diferentes generaciones, si no estamos dispuestos a escuchar sus relatos, corremos el riesgo de ser una sociedad insensible e incapaz de leer el contexto histórico.

Lo que vivimos entre 1980 y 2000, denominado Conflicto Armado Interno (CAI), fue un acontecimiento que marcó la historia del Perú, nuestras vidas y lo que somos hoy como sociedad, sin importar donde vivimos, la clase, el género o la etnia. Quienes aún conservan las marcas en la piel, la foto del ser querido asesinado o desaparecido y se le estruja el corazón al recordar, han construido una memoria propia de dicho acontecimiento desde el lugar que ocuparon como miembros de las organizaciones alzadas en armas, desde alguna de las instituciones públicas, desde la comunidad afectada o desde la experiencia familiar. Esa memoria es un relato individual y colectivo a la vez, que a veces queremos silenciar y otras veces compartir con los nuestros.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación señaló en su informe (2003) que fueron alrededor de 70,000 las víctimas del CAI entre asesinados y desaparecidos, la mayoría pertenecientes a pueblos originarios con una lengua distinta al castellano: “ 46% provocadas por el PCP-Sendero Luminoso; 30% provocadas por Agentes del Estado; y 24% provocadas por otros agentes o circunstancias (rondas campesinas, comités de autodefensa, MRTA, grupos paramilitares, agentes no identificados o víctimas ocurridas en enfrentamientos o situaciones de combate armado)”. Pero no fueron los únicos, el Registro de Víctimas del Consejo Nacional de Reparaciones ha registrado 249,535 individuos y comunidades afectadas hasta abril del 2019, entre víctimas directas y familiares, que incluyen a quienes sufrieron torturas, violaciones sexuales y otras formas de violencia, también a las niñas y niños nacidos como resultado de una violación sexual.

| Fuente: Freeimages

Fueron veinte años de terror, la décima parte de nuestra vida republicana en la que vivimos ensangrentados, atrapados en un conflicto cruel que valgan verdades afectaron más a los pueblos andinos, desestructurando sus mundos, arrebatándoles la vida que es lo más sagrado que tiene un ser humano. Hoy por hoy las historias se cuentan por montones en las comunidades de nuestros andes peruanos. Cuando preguntamos con respeto y cariño se logra conocer las historias a través de las abuelas y abuelos, de los que fueros niños y jóvenes en aquel entonces, muchas veces ocultados por días en los cerros a la espera que se marchen las fuerzas del orden o los senderistas. Son historias contadas con lágrimas en los ojos de aquellos que vieron morir a sus padres o a sus hijos sin terminar de comprender qué pasó, por qué tanto ensañamiento.

Dejar de abordar este capítulo de nuestra historia republicana no lo hace desaparecer, por el contrario, el riesgo es distorsionar la realidad e impedir la construcción de las memorias colectivas. Lo ocurrido en las últimas campañas electorales con la banalización de la palabra “terrorista” pretendiendo insultar a cualquier persona progresista o izquierdista que hable de transformación asociándola a los partidos en armas, sólo vacía el contenido de la palabra y nos aleja e insensibiliza, limitando la posibilidad de comprender los hechos ocurridos, su contexto histórico y la necesaria solidaridad con las víctimas.

 

NOTA: “Ni el Grupo RPP, ni sus directores, accionistas, representantes legales, gerentes y/o empleados serán responsables bajo ninguna circunstancia por las declaraciones, comentarios u opiniones vertidas en la presente columna, siendo el único responsable el autor de la misma.

Docente de la Escuela de Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Se desempeñó como coordinadora de la carrera de Educación Intercultural Bilingüe de la misma universidad. Educadora por la PUCP y USIL, con maestría en política social con mención en promoción de la infancia por la UNMSM, y doctoranda en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud por CINDE y la Universidad de Manizales - Colombia. Ha laborado como asesora de programas y proyectos en infancia para Plan Internacional, SaveTheChildren y Aldeas Infantiles.

Tags

Otros columnistas

Ver más

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Últimas noticias

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA