Mucho se ha escrito sobre las cualidades que debe tener un líder empresarial: propiciar un buen entorno, motivar al team, ser estratégico en la gestión e implantar la cocreación. Un enfoque que no debe cambiar pero que viene evolucionando con la batería de herramientas tecnológicas de las que pueden hacer uso las empresas y sus directores, tanto para gestionar el negocio como para dirigir a sus equipos.
Uno de esos instrumentos es la inteligencia artificial (IA) que para muchos suena a un tsunami que, cual teoría darwiniana, dejará vivas a las compañías que decidan adaptarse a su vanguardia, desplazando a las que no. Bajo esa figura y desde nuestras posiciones de liderazgo ¿Le debemos temer a la IA, entonces?
En principio, de lo que debemos huir es de la desactualización y esa es una certeza. Todo líder debe sumergirse en la búsqueda constante de las mejores y más novedosas herramientas disponibles para enriquecer el trabajo de sus equipos. Por lo que la IA, resulta ser una herramienta tecnológica que debemos entender e incorporar desde ya. Pues, el error está en verla como parte del futuro, cuando constituye gran parte de nuestro presente.
Partiendo de lo anterior, comparto con ustedes algunas ideas acerca de cómo podría trabajar un buen líder empresarial en esta era de IA que venimos experimentando:
- Abre la mente y contagia: Un director es un guía que no debe dejar de aprender y compartir conocimiento con el resto de su equipo. Solo así, podrán tomar decisiones mejor informadas y aumentar la productividad. El líder debe plantearse la apertura suficiente para acceder a las nuevas tecnologías, analizar y comprender sus beneficios.
- Motor y motivo: La cabeza del equipo no solo debe motivar a que el team se empape de nuevas tendencias, sino también debe organizar capacitaciones continuas sobre las herramientas emergentes que darán paso a la evolución en las empresas. El fomento de una cultura de innovación y aprendizaje es pieza clave para asegurar el éxito de las metas.
- Más humano que nunca: Si bien podemos agilizar y potenciar el trabajo con la IA, debemos tener claro que esta no reemplazará la creatividad e innovación propia del ser humano. Las decisiones las seguimos tomando nosotros, por ello surge la necesidad de un liderazgo más empático y preocupado por el bienestar del grupo que como resultado incrementará la eficiencia en los trabajadores y la empresa.
Y tú ¿qué estás esperando para empaparte de los diferentes beneficios que nos da la IA?
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