El ministro de Economía y Finanzas aseguró que los gastos adicionales propuestos por el Congreso no podían financiarse con el fondo de contingencia.
Tras la aprobación de la Ley de Presupuesto Público 2023, el ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, explicó por qué se generó la polémica para aprobar los gastos adicionales propuestos por la Comisión de Presupuesto del Congreso por un monto de S/ 1 164 millones de soles.
Dicho monto destinado principalmente para diversos proyectos sociales no eran factibles y generaban un “presupuesto desequilibrado”, refirió Burneo, porque el fondo de contingencia no contaba con los recursos suficientes para cubrirlo.
“La reserva de contingencia dice que el 1 % debe ser reservado para atender sismos, inundaciones, fenómenos, etc. Aquí estamos hablando de S/ 1 415 millones de soles”, explicó el ministro.
Si bien el fondo podría usarse para fines predictivos, “El gasto adicional no podía ser financiado por la reserva de contingencia porque ya había sido distribuida, entonces evidentemente estaba configurándose un presupuesto desfinanciado”, advirtió el ministro.
Las negociaciones fueron positivas
Si se hubiera aprobado los gastos adicionales, el presupuesto hubiera nacido con un desequilibrio y “hacer gestión con un déficit por cubrir es complicado”. El ministro agregó que este argumento fue aceptado por la comisión y por ello la negociación fue positiva.
“Todo lo que corresponde a gasto adicional, los sectores lo iban a asumir con su marco presupuestal otorgado… y haciendo unos ajustes en el presupuesto implica un equilibrio entre egresos y gastos”, refirió sobre dichas negociaciones con el Congreso.
Se vienen años difíciles y urge aprobación de leyes
El ministro le recordó al Congreso que todavía tiene a cargo la aprobación de varios proyectos de ley comprendidos para ejecutar el plan de reactivación Impulso Perú, entre ellos el crédito suplementario para financiar el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles.
Los proyectos son necesarios para impulsar la economía sobre todo porque el próximo año podría sufrir una fuerte desaceleración mundial.
“Hay que tener prudencia con la parte fiscal. El 2023 va a ser un año malo en término de estabilidad de la economía internacional: las tasas de interés estarán altas y la inflación todavía pendiente por resolver, esto configura un escenario más complicado que el que había en septiembre cuando se configuró Impulso Perú”, indicó.
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