Tula Rodríguez junto con Lucas y Tadeo Carmona, hijos de su esposo, buscan una conciliación por la administración del patrimonio del exgerente de televisión. De esta manera quedaría la repartición de los bienes.
Luego de varios meses de disputa legal entre Tula Rodríguez y Lucas y Tadeo, hijos de su esposo Javier Carmona, por la administración de los bienes del exgerente de televisión, ambas partes han decidido buscar una conciliación.
Según nueva información brindada a “Magaly TV: La Firme”, tanto la conductora como Lucas y Tadeo aceptaron vender el terreno de 2.570 metros cuadrados que adquirió Javier Carmona en Bolivia.
De acuerdo al documento presentado, planea que el dinero de la venta del terreno vaya a un fondo de inversión y se dividiría de la siguiente manera: el 50% se invertiría para que gane intereses y la otra mitad se destinaría a dos fines: el 75% para los gastos que demande la salud del esposo de Tula Rodríguez y el 25% como pensión para su hija Valentina.
Lucas y Tadeo Carmona propusieron que el carro Porsche de su padre se quede con Tula Rodríguez; mientras que la camioneta Mitsubishi sería para ellos. En tanto, el departamento ubicado en la Av. Velasco Astete, donde los hijos de Javier Carmona viven actualmente, se quedará en su posesión.
“Cualquier venta por alguna necesidad urgente o por alguna razón se decidirá en conjunto. Cada año volverán a analizar si el departamento se vende o sigue”, explicó la conductora Magaly Medina, quien tenía en mano los documentos de conciliación entre Tula Rodríguez y Lucas y Tadeo Carmona.
PRESENTAN SOLICITUD
En una entrevista con RPP, Yorry Warthon, abogado de Tula Rodríguez, confirmó la presentación de una solicitud conjunta de conciliación del patrimonio de Javier Carmona.
“Hicieron una solicitud conjunta de conciliación para poder tener una administración conjunta del señor Carmona. Hay una voluntad de tener una repartición conjunta de la administración de los bienes”, explicó el representante legal de la conductora. Sin embargo, se tendrá que esperar unos meses a que el juez dicte sentencia, la cual podría ser diferente a lo solicitado por ambas partes.
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