Un policía se animó a prestarle los botines a Ronaldinho para que pueda jugar al fútbol en prisión, donde marcó goles, regaló lujos y se llevó el premio mayor: un cerdo.
Por más bizarro que parezca, Ronaldinho Gaúcho, uno de los mejores futbolistas de la historia y ganador del Balón de Oro en 2005, lleva ya más de una semana cumpliendo prisión preventiva en Paraguay por ingresar al país con pasaportes adulterados. Es real.
Al no haber cambios a su favor en los tribunales, el brasileño pasa sus días compartiendo con los reclusos con la mayor tranquilidad posible, según han relatado diversos medios paraguayos y, por primera vez, se animó a jugar fútbol, donde impuso en la cancha gran parte de su reportorio.
En la cárcel de la Agrupación Especializada se disputaba el torneo entre los internos, donde Ronaldinho en principio se resistió a participar, de acuerdo a la publicación de ABC de Paraguay.
Mientras se llevaba a cabo la final, ‘Dinho’ realizaba una caminata por el lugar hasta que el balón salió del área de juego y cayó hacia él. El relato menciona que dominó el esférico con mucho lujo y la devolvió hacia el grupo que estaba disputando el torneo. La demostración del brasileño le valió para que vuelva a ser invitado a jugar, pero se excusó diciendo que no tenía el calzado adecuado.
La publicación de ABC menciona que un policía, al escuchar a Ronaldinho, se quitó los botines que llevaba y se los prestó con tal que el exfutbolista sea parte del juego. Él asintió y se unió a uno de los equipos, donde estaba un expresidente del club Sportivo Luqueño.
Compartiendo el partido entre internos y policías, Ronaldinho demostró parte del talento que aún le acompaña y anotó varios goles, además de regalar diversas piruetas. Al finalizar, compartió fotos grupales con los internos y, según se filtró en redes sociales, el premio mayor era un imponente cerdo.
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