En diálogo con RPP, el jefe del IGP, Hernando Tavera, indicó que la población debe estar preparada para reaccionar inmediatamente ante la ocurrencia de un sismo.
Hasta tres sismos de regular magnitud remecieron Lima y Callao en menos de 24 horas, según reportó el Instituto Geofísico del Perú (IGP) en su página web.
El primer temblor de esta seguidilla se registró a las 11:41 a.m. del martes. Tuvo una magnitud de 4.6 y su epicentro se ubicó en el mar, a 56 kilómetros al suroeste del Callao.
Horas después, a las 5:06 p.m., un sismo de magnitud 4.9 sacudió la región Lima. Su foco fue localizado a 22 kilómetros al oeste de Huaral, según el reporte del IGP.
Finalmente, a las 7:17 p.m., un temblor de magnitud 3.7 se sintió en la capital. El epicentro del movimiento se ubicó a 21 kilómetros al norte de la localidad de Ricardo Palma, en la provincia de Huarochirí.
La importancia de reaccionar a tiempo
En diálogo con RPP, el jefe del IGP, Hernando Tavera, consideró que la población debe estar preparada para reaccionar inmediatamente ante la ocurrencia de un sismo; ya que, el mero hecho de esperar unos segundos para constatar si el evento es fuerte o no, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
“En sociedades con una cultura adecuada de prevención, como Japón, por ejemplo, no importa de qué intensidad sea el sacudimiento del suelo, inmediatamente actúan; porque es parte de su cultura, se protege”, mencionó el funcionario.
“Si el sacudimiento es leve y rápido, pues no hay problema; pero si es fuerte, ya actuaron. En el caso nuestro, la cultura está un poquito no en ese camino. Siempre estamos esperando si se incrementa, si se aumenta el sacudimiento, si se hace más crítico”, agregó.
El funcionario refirió que la rección de la población debe ser instantánea, apenas comienza un movimiento telúrico. “La costumbre nuestra es decir ‘Calma, calma, ya va a pasar, ya va a pasar’, lamentablemente, es un problema realmente”, concluyó.