Redadas en Italia y Estados Unidos concluyeron con la detención de 19 miembros de las familias Inzerillo y Gambino, quienes afrontan una investigación por extorsión, asociación mafiosa y fraude.
La policía antimafia italiana y el FBI de Nueva York asestaron un duro golpe este miércoles a la Cosa Nostra en una operación conjunta contra históricas familias de la poderosa organización criminal siciliana con ramificaciones en Estados Unidos.
Unas 19 personas fueron detenidas en la vasta operación con redadas realizadas tanto en Italia como en Estados Unidos contra miembros de las familias más importantes de la temida mafia siciliana.
Más de 200 policías fueron movilizados para la operación, llamada "New Connection", durante la cual fueron detenidas 18 personas en Italia y una en Estados Unidos.
Entre los detenidos figura Thomas Gambino, considerado por el FBI como una figura clave de la organización. Gambino es una de las cinco familias italoamericanas de Nueva York que por decenios controló el crimen organizado en esa ciudad.
De origen siciliano, su poder se extiende a otras regiones gracias a actividades como el juegos de azar, usura, manejo de sicarios, violaciones de vertidos tóxicos, corrupción, secuestro y blanqueo de dinero.
En Palermo, capital de Sicilia, la policía antimafia ordenó la captura de varios miembros involucrados con la familia Inzerillo, según explicó el fiscal Roberto Tartaglia.
Para los investigadores, la familia Inzerillo, enemiga acérrima del despiadado "padrino de todos los padrinos", Salvatore "Toto" Riina, estaba tratando de reactivar su poder dentro de la organización tras la muerte del capo en 2017.
Los detenidos, entre ellos el alcalde de la siciliana Torretta, Salvatore Gambino, han sido acusados de asociación mafiosa, extorsión y fraude, entre otros delitos.
Los Inzerillo: "unos perdedores"
La operación coincide con la decisión del parlamento italiano de permitir la divulgación de cientos de archivos secretos sobre la mafia.
Se trata de grabaciones y documentos sobre las investigaciones realizadas entre 1963 y 2001, años difíciles, durante los cuales fueron asesinados los dos jueces símbolo de la lucha contra la mafia: Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
Las dos familias, Inzerillo y Gambino, estaban empeñadas en reactivar los lazos entre Sicilia y Estados Unidos aprovechando la muerte de Riina, mejor conocido como "La Fiera" tras haber sembrado el terror en Sicilia y en su propia organización durante 20 años.
En la lista de los detenidos figuran en efecto Francesco y Tommaso Inzerillo, hermano y primo de Totuccio, llamado el rey del tráfico de droga, quien fue asesinado en 1981 por orden de Riina.
Todos nombres conocidos por la justicia y que aparecían en el histórico juicio a Cosa Nostra a cargo del juez Falcone en la década de los 80. Parte del clan Inzerillo, especializada en el tráfico de heroína, tuvo que huir a Estados Unidos.
La leyenda cuenta que en el funeral de Inzerillo, su hijo adolescente juró vengar a su padre. Poco después fue secuestrado, torturado y asesinado.
Algunos informantes, incluyendo Tommaso Buscetta, el primer capo que se arrepiente de pertenecer a esa mafia, afirmaron que al chico le dispararon en la cabeza tras cortarle el brazo, eliminando simbólicamente el medio con el que el muchacho prometió disparar a Riina.
Gracias a escuchas telefónicas y grabaciones de videos, los investigadores comprobaron los vínculos entre ellos en una amplia gama de negocios, que van desde la venta de terrenos hasta el suministro de alimentos y puntos de apuestas.
AFP
Comparte esta noticia