El artista nacional estrenó recientemente “Paloma”, su nuevo sencillo hecho en colaboración con el dúo Alejandro y María Laura.
Simón Yriberry, conocido como Moncho Berry, viene destacando en la escena musical del extranjero. Sobre todo, después de que la revista Billboard lo haya citado como uno de los artistas peruanos más destacados de la actualidad.
En medio de este reconocimiento, el músico nacional lanzó recientemente “Paloma”, el tercer sencillo de lo que será su segundo disco. La canción fue hecha en colaboración con Alejandro y María Laura, y en palabras del cantautor este tema representa el futuro de su álbum.
“Es relevante y, sobre todo, emocional”, comentó Berry. “La paloma es un símbolo de libertad… es un ave libre. La escribí cuando pasaba por un momento emocional a distancia. Pero nunca me imaginé que el mundo iba a cambiar de un momento a otro y que ese mismo distanciamiento que sentía ahora es el que sufrimos todos, sin excepción”, añadió.
A la fecha, Berry se encuentra avanzando formándose como productor musical en el Berklee College of Music de Boston, en Estados Unidos.
UNA CARRERA CON PROYECCIÓN
Por otro lado, cabe anotar que Moncho Berry es uno de los músicos peruanos más prolijos de su generación: compone, ejecuta, interpreta y produce. Sus aspiraciones musicales buscan combinar el festejo afroperuano, el tumbao afro-cubano, folklore/country americano y otros géneros más contemporáneos como el R&B, indie rock y synth pop.
Asimismo, viene trabajando desde hace dos años en su nuevo material. Para ello, cuenta con el apoyo de Alejandro Rivas como productor musical (del dúo Alejandro y María Laura) y el argentino Matías Cella, ganador del Grammy Latino. También ha podido compartir con artistas como Jorge Drexler y Kevin Johansen.
Por lo pronto, Moncho Berry tiene en mente seguir produciendo, componiendo y publicando. “Vivimos en una época virtual en que todo es a distancia. Ya no son los novios, sino las relaciones en general. La pantalla aguanta todo, pero no somos honestos a través de ella. Es más fácil fingir frente a ellos que estar cerca. También es interesante ver cómo nos hemos tenido que adaptar a las nuevas tecnologías. Cada vez hay más independencia y autonomía para hacer música en sus casas. Hace 30 años no existía esa facilidad”, indicó.
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