Esta labor se llevará a cabo a través de la asociación Soluciones Empresariales contra la Pobreza (SEP), a fin de agilizar el traslado del primer lote y que el país pueda empezar a vacunar contra la COVID-19 lo antes posible.
De acuerdo con el convenio de colaboración establecido con el Ministerio de Salud (Minsa), la asociación Soluciones Empresariales contra la Pobreza (SEP), será la encargada del traslado del primer millón de vacunas de Sinopharm desde la ciudad de Beijing, en China, hasta el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud – CENARES, en el Callao.
De esta manera, el sector privado se convierte en un facilitador que contribuirá en agilizar la llegada de las primeras vacunas al país, una vez que cuente con la documentación que debe proveerle el Minsa para el recojo de las vacunas. Así como con el permiso de exportación que debe emitir el Gobierno chino para la salida de este lote hacia el Perú.
Para el traslado de las vacunas, el SEP contratará a una empresa logística de talla internacional que garantice que las mismas lleguen con la seguridad requerida a nuestro país.
Una vez realizado el traslado de este primer lote, será el Minsa el ente responsable de su distribución, así como del transporte de los siguientes lotes de vacunas de los laboratorios con los que viene negociando.
¿Quiénes conforman SEP?
Soluciones Empresariales contra la Pobreza (SEP) es una asociación civil sin fines de lucro conformada por empresas privadas, que nació en el 2011 con el fin de apoyar al Estado en gestión, trasladando el 'know how' del sector privado en hacer que las cosas sucedan.
A raíz de la experiencia acumulada durante el 2017 con el fenómeno de El Niño costero, el SEP lanzó el movimiento empresarial ante desastres de gran magnitud Hombro a Hombro.
Desde el primer de la pandemia de la COVID-19, dicha iniciativa ha sido responsable de gestionar y canalizar las donaciones de las empresas, logrando más de 6 mil toneladas de donaciones compuestas por alimentos, agua, implementos de protección personal, reguladores de oxígeno, artículos de aseo y desinfección, así como plantas de oxígeno a lo largo y ancho del país, apoyando a más de medio millón de compatriotas.
Estas donaciones representan una importante cadena de solidaridad y es un buen ejemplo de lo que se puede lograr cuando la empresa privada trabaja en conjunto con el Estado y las Fuerzas Armadas.
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